No tan poderosos

Yvo de Boer, responsable de la ONU en política de clima, predice que las medidas que adopte el próximo gobierno de Estados Unidos, ya sea demócrata o republicano, van a tener que ser más ambiciosas. “En este momento no se percibe el liderazgo de los países industrializados, algo que considero esencial”, ha declarado de Boer durante las conversaciones que acaban de tener lugar en Bonn (Alemania). “No obstante, sí hay una enorme voluntad de los países en vías de desarrollo por el compromiso en un nuevo pacto a cambio de ayudas y apoyo tecnológico”, ha añadido.

Entre otros ejemplos, citaba la aprobación por parte de México de un nuevo mecanismo de financiación conjunta para países ricos y pobres para controlar el cambio climático. Sudáfrica también ha declarado que limitará sus emisiones en un 50 por ciento. El gobierno de India planea este mes un conjunto de medidas similares.

Se supone a las naciones con mayores facilidades económicas la obligación de tomar las riendas de la lucha contra el cambio climático buscando recortes más drásticos en las emisiones de gases, más estrictas de las establecidas en los acuerdos de Kyoto, que establecía un descenso de emisiones del 5 por ciento en 37 naciones industrializadas entre los años 2008 y 2012, hasta niveles inferiores a los de 1990.

Varios países pobres que no han firmado Kyoto, como tampoco lo hizo Estados Unidos, consideran que el tratado es imperfecto y demasiado caro, y han acordado al menos ralentizar el aumento de sus emisiones como parte de un nuevo acuerdo internacional que deberá firmarse en Copenhague (Dinamarca) el año que viene. No obstante, también han dicho que necesitarán nuevas tecnologías, como la solar o la eólica. También piden dinero para efectuar los cambios que exigen esas normas, mientras que los azotes en forma de inundaciones, tormentas de gran potencia y elevación de los niveles del mar empeoran sus ya precarias economías.