Posible desaparición de dos osos pardos en el Pirineo francés

Ecologistas en Acción ha pedido al Ministerio de Medio Ambiente de Francia que abra una investigación urgente que esclarezca las razones de la posible “desaparición” de dos ejemplares de osos pardos en el Pirineo francés.

Asimismo, desean que en el caso de que se confirmen estas dos muertes se “depuren las responsabilidades” y se relance el programa de reforzamiento de esta especie introduciendo nuevos ejemplares.

Según la ONG, la semana pasada, miembros de colectivos opositores a la presencia del oso pardo en el Pirineo, aseguraron que dos osos habían sido abatidos esta última primavera en la zona de Haute-Ariège, midi-Pyrénées (Francia), pero las autoridades francesas no dieron veracidad a este anuncio, porque dichos colectivos realizan “habitualmente declaraciones que incitan a la captura de osos”.

No obstante, varias organizaciones francesas relacionadas con la conservación de esta especie creen que la afirmación puede ser cierta, porque “ha transcurrido mucho tiempo sin tener noticias de Boutxy y Balou”, dos ejemplares de oso pardo, que tienen parte de su campo de actividad normal en la zona de Ariège.

Por ello, la organización ecologista se ha unido a otras del país vecino y ha solicitado al Ministerio de Medio Ambiente de Francia, que “abandone la pasividad y actué diligentemente, iniciando de manera urgente una investigación para datar la veracidad de la noticia. En caso de confirmarse la información, la administración debe reaccionar de manera clara y firme para que las personas que actúan de esta manera tengan claro que no van a conseguir su objetivo de eliminar esta especie del Pirineo”, apuntó.

Los posibles ejemplares desaparecidos son dos machos que han sido objeto de noticias durante los últimos años. Boutxy nació en 1997 y once años después fue protagonista mediático cuando salió ileso de un atropello por un autobús cerca de la localidad de Merens. Por su parte, Balou fue introducido en el Pirineo Francés en 2006 y hace un año recibió un disparo en una pata por parte de un cazador durante una batida de jabalí, lo que le provocó una importante cojera que le obligaba a desplazarse sobre tres patas.

Por último, la asociación destacó que la coexistencia entre el oso pardo y las actividades humanas es “perfectamente posible”, es más, el oso puede ser “un factor de apoyo y mantenimiento de la ganadería extensiva, que al mismo tiempo es una actividad crucial para la conservación del Pirineo”.