Smith y Raúl López socorren a un espeso Madrid

El Real Madrid se anotó su segundo triunfo de la Euroliga, después de imponerse con sufrimiento (89-83) en Vistalegre a la Lottomatica de Roma, en un encuentro correspondiente al grupo C de la máxima competición continental, en la que el equipo entrenado por Joan Plaza tuvo que recurrir al talento individual de Charles Smith y Raúl López.

Los partidos que se atascan, en los que las defensas no funcionan y el ideario ofensivo tampoco socorre a un equipo, necesita de las individualidades. Ante la Lottomatica, el Madrid, hiperproductivo en el primer parcial, se fue diluyendo con el paso de los minutos, hasta que emergió la figura de Charles Smith (23 puntos), un alero anárquico, pero con notables fundamentos técnicos.

Sus triples (33 por ciento de efectividad) y su brío fueron cruciales en un choque que se puso de color gris para el Madrid, a falta de un minuto para el final (81-81). Parecía mentira. Y es que a los blancos se les había evaporado una renta de 13 puntos (29-17, min.10) y daban señales de desesperación ante un equipo romano en el que el esloveno Lorbek (24 puntos) era un martillo permanente sobre la defensa de Hervelle y Ukic, un ex azulgrana, dinamitaba el perímetro (3/4 en tiros de tres puntos).

A pesar de la victoria, el equipo blanco dudó en exceso ante un rival al que se le presumía menor. El recital del primer parcial se transformó en sufrimiento en el segundo y tercer cuarto, y agonía en el envite definitivo. Plaza, obligado por la baja de Bullock, acudió a la fórmula de los dos bases en pista y no funcionó. Sin embargo, el técnico catalán rectificó y delegó únicamente en López las operaciones de ataque. El base de Vic, además de anotar el triple decisivo (84-81, dentro del último minuto), estuvo impecable en la elección de tiro y taponó como pudo la sangría, los contragolpes continuos, que estaba provocando el equipo visitante.

El triunfo final, agónico, supone un nuevo impulso en las ilusiones que el conjunto blanco tiene en esta competición -Final Four 2008, en Madrid-, ya que se sitúa como uno de los líderes del grupo C de la Euroliga, tras dos jornadas disputadas, junto Panathinaikos y Partizán de Belgrado.