“Tenemos todas las pruebas pero Alfon también las tenía y se las han llevado por delante”

No es miedo. El sentimiento se parece más a la rabia, a la impotencia y a la indignación. Así expresan Pablo y Jorge el momento emocional al que se enfrentan tras el ingreso en prisión de Alfon, el joven madrileño imputado por su participación en la huelga general del 14 de noviembre de 2012. La misma por la que a ellos se les imputan varios delitos por los que les piden 7 y 9 años de prisión respectivamente. Su juicio aun no se ha celebrado, ni siquiera tiene fecha, pero en cierto modo, están ya condenados. Una condena que les obliga a firmar cada 15 días en el juzgado y a vivir con la continua incertidumbre de no saber dónde acabará todo esto.

Lo peor, según explican, es la sensación de indefensión al comprobar que las pruebas no sirven para nada. “Yo estuve en el juicio de Alfon y todos salimos contentos porque quedó más que demostrada su inocencia”, relata Jorge, “pero luego llegó la sentencia y ayer la vuelta a la cárcel, porque hay que recordar que el ya pasó dos meses en prisión y todos pensábamos que eso acabaría con una indemnización por la injusticia cometida y no con una nueva condena”.

Pablo también estaba convencido de la absolución de Alfon. “Esto ha sido un golpe muy duro, esta noche he dormido muy poco y estoy intentando mantener la cabeza ocupada trabajando para no darle muchas vueltas porque ayer, viendo todos los vídeos, estaba alucinando”. Para él, el caso de Alfon es diferente al suyo. “Yo no he pasado dos meses en un agujero como él y tampoco hemos padecido la amenaza constante que él ha tenido”, señala, “no tengo miedo porque sigo convencido de que no va a pasar nada en nuestro caso, pero me corre la sangre al ver cómo ha sido todo esto”.

“Se pasan las pruebas por el Arco del Triunfo”

Ambos coinciden al señalar que el miedo quedó atrás hace mucho tiempo pero tampoco están seguros de que todas las pruebas que acumulan vayan a servir para algo. “Es todo un montaje orquestado por el poder, la policía y algunos medios de comunicación que pueden hacer creer a quien recibe el mensaje que Alfon llevaba bombas en la manifestación, que yo arengaba a las masas desde San Adrián (estaba trabajando en el momento de la manifestación) y que Pablo tiraba piedras desde el coche de la policía”, señala Jorge. Por eso la rabia y la impotencia al no saber si sus 19 vídeos, sus 17 testigos o su ficha laboral en la que demuestra que estaba en su puesto de trabajo, servirán para algo.

“No estamos solos”

Ambos desearon estar ayer en Madrid para poder apoyar esta causa y, especialmente, para poder acompañar a Elena, la madre de Alfon con la que mantienen contacto. “Es una madre coraje, una luchadora y un ejemplo de lucha y apoyo para nosotros”, dice Jorge, “quiero que sepa que tiene el apoyo de toda la gente decente y que seguiremos a su lado como ella lo está también, porque con todo lo que ha pasado, en ningún momento se ha olvidado de los demás”.

Tanto Pablo como Jorge cuentan con el apoyo de sus familias. La madre del segundo les envió ayer un mensaje de ánimo al conocer la noticia. Se han convertido también en protagonistas de esta lucha. “Es fundamental no sentirse solo y es enorme el apoyo que estamos recibiendo”, afirma Pablo.

Aseguran que todo está preparado para cuando conozcan la fecha del juicio, que “la maquinaria está en marcha” y no temen porque saben además que, “cuanto mayor sea la represión, más grande será la unidad ciudadana”. La fuerza, a pesar de todo, se mantiene: “que no nos esperen llorando en casa, que somos personas y lloraremos, pero no nos van a callar y seguiremos luchando hasta el final”.

* Esta tarde se ha convocado una concentración de apoyo a Alfon a las 20h frente a la Delegación de Gobierno en el Espolón logroñés.