Tercera derrota seguida
Demasiadas concesiones. El Calahorra ganó el derbi riojano y, desde entonces, ha encadenado tres derrotas: Real Sociedad B, Mirandés y Arenas. Cada uno de una manera diferente pero con ciertas similitudes, por ejemplo, los minutos finales. Ante el filial blanquiazul fue dominado y cedió en la recta final tras una falta latera. Contra el cuadro burgalés pese a neutralizar un 0-2 acabó perdiendo en el tiempo añadido. Y en Gobela, en un terreno de juego peculiar, los rojillos -de azul este domingo- se adelantaron gracias a un error defensivo de los locales, tuvieron en sus botas (en concreto Rodrigo desde los once metros) volver a ponerse por delante y se dejaron los puntos en el minuto 84 después de un centro lateral desde el perfil zurdo.
La irregularidad de los riojanos fue alarmante. De poco o nada sirve actuar con intensidad, ser mejor que el adversario, generar ocasiones si después hay tramos en los que el Calahorra se encontró sometido ante un Arenas aguerrido, combativo y que supo sufrir cuando la ocasión lo requería. La falta de consistencia es lo más alarmante del conjunto de Miguel Sola -que volvió a rotar a sus hombres tras una semana con tres compromisos-.
De primeras, estuvo en el sitio adecuado. Obeng robó y Ortega finalizó. Era el minuto 5 y todo se ponía a favor. Pero en cuanto el Arenas se asentó en el campo y se recuperó de la pifia del tanto, fue acogotando a su contrincante. Uranga y Aitor Ramos vaticinaban lo que después aconteció con el gol de Etxaniz de tiro raso. A través de las acciones a balón parado, el Calahorra fue sacudiéndose de la presión de los de Jabi Luaces. No en vano, Txemi evitó el 1-2 en un remate de Javi Barrio al filo del descanso tras un córner.
En la segunda mitad, con Cárdenas en sustitución de Barace, los riojanos estuvieron más entonados. Fueron los mejores minutos de los visitantes que pudieron retomar el mando en el marcador. Rodrigo centró y Jordan le dio con la mano. Penalti que el navarro lanzó raso y fuera. Entró de nuevo el bloque calagurritano en crisis con varios remates de los anfitriones. Además, Barcina dejaba el campo por lesión -salía Barrón en su lugar-.
Los de Sola estaban fuera de sitio, perdían la pelota con demasiada facilidad y apenas podían salir de su campo, lo que permitía que el Arenas, casi sin querer, fuera ganando metros en aras de atacar a Gonzalo. En un córner, los locales reclamaron penalti y en la siguiente acción Gayoso la ponía desde la izquierda y Aitor Ramos, llegando en segunda línea, marcaba después de que la pelota se paseara por el área sin que ningún rojillo atinara a despejar.
Apenas había tiempo, pero el Calahorra demostró empuje y carácter. Algo parecido a lo acontecido en Zubieta o en La Planilla ante el Mirandés con el 0-2. De hecho, Ortega estuvo a punto de sorprender con un remate de espuela y Obeng pudo empatar, pero Julen sacaba bajo palos. En definitiva, demasiadas concesiones en ambas áreas en una categoría que no perdona. Lo peor es que ha llegado la tercera derrota consecutiva, lo que puede provocar que vengan las dudas.
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