Una PAC fuerte para los cereales

UAGR informa de que los cerealistas riojanos ya han terminado una cosecha marcada “por alta calidad y rendimientos desiguales, con rumores de aumento de los precios en los últimos días”.

Con todo ello, explican además que “desde 1990 la superficie dedicada a cereales ha descendido en La Rioja un 26,5 por ciento, mientras los barbechos han aumentado en más del 50 por ciento”.

Unos precios a la altura de lo que cobraban los agricultores a principios de la década de los 80, además de una Política Agrícola Común europea que prima no sembrar, explican esta circunstancia.

De esta manera, para la UAGR, es necesario “un buen funcionamiento de la agricultura para garantizar un abastecimiento de alimentos seguro y estable, ya que el mercado, por sí solo, no es capaz de alcanzar estos objetivos”.

Para la UAGR, distintos factores externos influyen sobre la seguridad alimentaria tal como “el incremento de la inversión financiera especulativa en materias primas agrarias o la falta de medidas públicas de regulación del mercado”.

Durante los últimos años la creciente demanda mundial de los cereales ha venido siempre acompañada de “una clara inestabilidad de la producción”.

Las políticas agrarias de desregulación de mercados han culminado en un descenso de precios tal que no compensaban los altos costes de producción, provocando el abandono de la actividad agraria y aumentando la dependencia de las importaciones, apunta esta organización agraria.

“El cierre de las fronteras de países tradicionalmente exportadores, como ahora Rusia o como ya pasó en 2007 con las restricciones que impuso Tailandia a la exportación de arroz, y las crisis alimentarias consecuentes, son ejemplos de los peligros de la dependencia alimentaria en un mercado desregulado”.

Desde la UAGR-COAG “seguimos apostando por una política agraria que afronte de forma urgente la crisis alimentaria mundial y abandone el enfoque estratégico decidido en 2003 para la PAC, caracterizado por la desregulación de los mercados, el desacoplamiento de los apoyos y el recorte de las ayudas a los agricultores”.