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Díaz Ayuso declara la guerra a Telemadrid

La presidenta regional, Isabel Díaz Ayuso, y el director de Telemadrid, José Pablo López.

Fátima Caballero

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La ofensiva de Isabel Díaz Ayuso contra Telemadrid ha pasado a un nuevo estadio. El enfrentamiento ya es público e indisimulado entre la presidenta de la Comunidad de Madrid y la dirección del canal, con una guerra abierta que además divide a los socios de gobierno: PP y Ciudadanos. Ayuso marcaba el domingo la línea a seguir a los suyos en una entrevista en el diario El Mundo: “Soy la única presidenta que tiene una televisión que la critica”. Y este martes los populares subieron el diapasón.

La comisión de la radiotelevisión pública en la Asamblea de Madrid se convirtió este martes en una bronca sin precedentes entre la portavoz del PP y el directivo del ente, José Pablo López, elegido la pasada legislatura en el parlamento regional con una mayoría reforzada y al que el PP amenazó con pedir la dimisión. La portavoz del partido en la comisión, Almudena Negro, acusó al máximo responsable del canal autonómico de falta de lealtad al Gobierno de Ayuso y lo trató como si fuera un cargo político más del Ejecutivo.

El director general de la entidad pública decidió esta vez responder a las críticas después de meses soportando el acoso de la presidenta regional y su entorno que repiten el mantra de que Telemadrid “ya no es un servicio público esencial”. “Este fin de semana nos hemos enterado de que somos una dirección crítica. Yo no soy crítico ni los profesionales que trabajan en Telemadrid son críticos, somos profesionales”, se defendió López de las acusaciones de Ayuso y su partido. “Hay una cosa importante aquí, yo no trabajo para el gobierno, trabajo para la administración pública”, recordó el director general del ente en la Asamblea que lo nombró durante la pasada legislatura y le dio un blindaje para que el canal no volviera a someterse al Gobierno de turno.

La disputa no terminó ahí y fue subiendo de tono con el pretexto de las elecciones sindicales, bloqueadas en Telemadrid desde hace años. La decisión de convocarlas no es competencia de la dirección, pero eso no impide al PP atacar a los gestores del canal con este asunto. “Usted no tiene como objetivo que se celebren las elecciones sindicales en Telemadrid, para usted el tema de las elecciones sindicales son una simple excusa para desgastarme a mí”, reprochaba López a la portavoz del PP Almudena Negro.

“No podemos trasladar permanentemente a la opinión pública que la dirección de Telemadrid es la que impide que se celebren elecciones sindicales” porque es “falso”, insistía el director general del ente, quien reprochó a Negro estar “instalada en la posverdad”.

Desde el comité de empresa de la radiotelevisión pública respaldan al director general frente al “acoso” del Gobierno de Ayuso y aseguran que las elecciones sindicales se han convertido en “una cortina de humo para atacarles por todos los frentes”, defiende el portavoz Luis Lombardo a eldiario.es. “La competencia no es de la dirección por mucho que lo repitan, es nuestra y nos hemos comprometido a convocarlas pero no lo haremos hasta que no se garantice la libertad de la cadena porque en estos momentos están poniendo en cuestión nuestro futuro”, añade.

La representación de los trabajadores pone condiciones para convocar esas elecciones: que se regularice la situación de muchos de sus compañeros que han vuelto a la cadena tras anularse el ERE y que se autorice la renovación tecnológica. Las instalaciones y los equipos llevan sin cambiarse casi diez años y el estado es “muy preocupante”, coinciden los sindicatos y la dirección, que consideran que se trata de una forma más de presión del Gobierno de Ayuso para mermar su trabajo.

A eso hay que sumar que que en los últimos meses han dejado de cubrirse las bajas laborales, lo que tiene “graves consecuencias” en una plantilla ya de por sí muy ajustada. Desde hace tres años, con la puesta en marcha de la nueva ley, todas las contrataciones laborales llevadas a cabo en el ente tienen que contar con la autorización previa de la Consejería de Hacienda de la Comunidad de Madrid y esta, controlada por el PP, las está bloqueando.

En la espiral de acusaciones contra Telemadrid ha tenido un papel relevante el principal asesor de cabecera de Ayuso, quien fuera secretario de Estado de comunicación con José María Aznar, Miguel Ángel Rodríguez. Rodríguez, recientemente nombrado jefe de gabinete de la presidenta regional, ya situó hace unos meses a Telemadrid en la diana con sus críticas diarias en las redes sociales. El recrudecimiento de la ofensiva coincide ahora con su fichaje como mano derecha de la presidenta.

Ayuso ni siquiera ha respondido a las dos últimas cartas que la dirección del ente público le envió para abordar la financiación de los próximos tres años, ni ha concedido entrevista a la cadena pública desde que es presidenta. “Hemos quedado en que si es una televisión apolítica, ya nos veremos cuando toque”, aseguraba este lunes en una entrevista en esRadio, la cadena de Jiménez Losantos, donde ha amenazado con “tomar medidas” si existen “irregularidades con, entre otras cosas, las elecciones sindicales o contrataciones”.

Volver al “control” de la cadena

Los sindicatos creen que el único objetivo del PP es “volver al pasado” y recuperar el “control” y la manipulación de los informativos. En los tiempos de las mayorías absolutas del PP de Madrid, a la cadena pública madrileña se la conocía como “TeleEspe”. Incluso la propia Aguirre, en privado, bromeaba con esa denominación, que definía muy bien lo que ofrecía y lo que se esperaba de un canal público que, en esos años, rozó sus peores datos de audiencia y reputación.

Pero el PP ya con Cristina Cifuentes de candidata perdió en 2015 la mayoría absoluta y la oposición de PSOE, Podemos y Ciudadanos propició un cambio legislativo dos años después. Con la nueva normativa, la mayoría de la Cámara autonómica debía escoger por consenso a la nueva dirección y se apostó por José Pablo López, un directivo de medios que venía de trabajar en 13tv. El nombramiento fue ratificado por la mayoría de la cámara (PP, PSOE y Cs votaron a favor y Podemos se abstuvo) y su entrada a la dirección del ente público supuso aire fresco y renovación para la cadena.

El cambio en Telemadrid se notó para bien en las audiencias. Desde la llegada del nuevo equipo de dirección, la cadena ha mejorado notablemente sus cifras y también su reputación. Todo generó gran incomodidad en el Partido Popular. La televisión de todos los madrileños que sirvió tantos años de propaganda a los gobiernos de Aguirre ha dejado de ser “un servicio público esencial” para la actual presidenta de la Comunidad de Madrid. Isabel Díaz Ayuso enfrentaba al ente público con servicios como la sanidad y el Metro, para defender que sus prioridades están ahí y no en el medio de comunicación autonómico.

La pérdida de control sobre el mensaje y los contenidos no gusta en el PP ni tampoco a la presidenta regional. La oposición, la dirección y el comité de empresa coinciden en que los ataques de Ayuso a Telemadrid tienen como único objetivo derrocar a López, pero la regidora no lo tiene nada fácil. El cierre o un nuevo intento de control de Telemadrid ya no dependen exclusivamente del Gobierno regional. El cambio legislativo de 2017 blindó al ente público y tumbar al director general precisa de la mayoría reforzada de la Cámara autonómica que hoy por hoy Ayuso no tiene.

La única opción de la presidenta madrileña para volver al control de la cadena es propiciar un nuevo cambio legislativo, como ocurrió en 2012 con RTVE. Pero Ayuso, que gobierna en coalición con Ciudadanos, está lejos de tener los apoyos necesarios y ni siquiera hay acuerdo dentro de su Gobierno. Ciudadanos se ha desmarcado de los ataques de la presidenta madrileña y su vicepresidente, Ignacio Aguado, defiende a la entidad pública frente a los ataques de la presidenta.

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