Aulas sin aire acondicionado y a más de 30 grados en una escuela infantil de Madrid: “El calor es insoportable”

El hijo de Pablo fue el pasado jueves a la guardería en bañador. En pleno junio y con el final de las clases a la vuelta de la esquina no resulta para nada sorprendente, si no fuera porque esta es la única forma de evitar que los niños no se cuezan en las aulas. Desde que empezó a apretar el calor en la Escuela Infantil Municipal El Bateo, ubicada en el barrio madrileño de Alameda de Osuna, no ha funcionado el aire acondicionado. Esta última semana se han llegado a registrar temperaturas superiores a los 30 ºC dentro del centro y los alumnos, de entre 0 y 3 años, ya han empezado a sufrir las consecuencias de este calor extremo.

“Los niños y los bebés salen completamente sudados, el calor es insoportable”, asegura Pablo. Para este padre de El Bateo, al igual que para otras muchas familias, los últimos días del curso se están haciendo cuesta arriba. Cada día lleva al centro a su hijo, de solo 3 años, con miedo a que pueda sufrir un golpe de calor en cualquier momento. Es tal la preocupación que las madres y padres que tienen otras alternativas están dejando de llevar a los niños a la escuela.

El aire acondicionado de la guardería no funciona y las aulas no cuentan con ningún tipo de climatización. Como medida temporal, el Ayuntamiento ha cedido 15 aparatos de aire tipo pingüino para las 12 estancias con las que cuenta el centro mientras se soluciona la avería, pero las familias del entro consideran que son “insuficientes”. Para hacer más llevaderos los últimos días de clase, se han organizado fiestas del agua y actividades en el exterior, aunque estas últimas solo pueden llevarse a cabo durante las primeras horas del día, ya que el edificio cuenta con escasas zonas de sombra y recibe constantemente sol directo. “Es como una gota de agua en el desierto”, señala uno de los padres afectados.

La situación también ha afectado al personal docente. “El otro día en la entrada de la guardería había una educadora tumbada en un sofá completamente mareada”, cuenta Pablo. Incluso, han sufrido las consecuencias del calor extremo en las aulas familiares de los niños: “El viernes pasado celebraron la fiesta de fin de curso de mi hijo pequeño y el mayor, con 5 años, me dijo que no aguantaba más y me pidió que nos fuéramos a casa”. En estas condiciones un bebé de meses puede deshidratarse fácilmente, algo que preocupa gravemente a las familias.

Los padres y madres de El Bateo consideran que ni los pingüinos ni los juegos de agua son una solución al problema. Ya han presentado múltiples quejas a través del 010 y otros canales municipales, pero por el momento no han recibido respuesta. Fuentes del Ayuntamiento de Madrid aseveran a este periódico que “la previsión es que el aire acondicionado esté arreglado para el próximo lunes, una vez se reciba una pieza”. Según las mismas fuentes, así lo comunicó a las familias y el personal docente el concejal presidente de Barajas, Juan Antonio Peña, en su visita a la escuela infantil este jueves.

Las familias de esta guardería no son las únicas de la capital que se ha pronunciado sobre el calor en los centros educativos. Hace tan solo una semana, la dirección del Ramiro de Maeztu, uno de los centros educativos públicos con mayor prestigio de la capital, decidió suprimir la última hora de clases durante los últimos días del curso. La decisión, tomada de forma unilateral por el equipo directivo, llegó después de que los padres y madres del colegio lleven meses e incluso años reclamando acciones de mayor calado para adaptar el recinto a las altas temperaturas.

Según indicaron algunas familias a Somos Madrid, llegaron a producirse desmayos y deshidrataciones. La dirección del Ramiro de Maeztu y la Consejería de Educación justificaron la acción como parte del plan contra las altas temperaturas, mientras los padres y las madres mostraron su rechazo ante la falta de planificación y de una adaptación climática de las instalaciones.

Medidas insuficientes y soluciones que no llegan

Ante los últimos casos de quejas de familias y personal docente por el calor en las aulas, el consejero de Educación, Ciencia y Universidades de la Comunidad de Madrid, Emilio Viciana, se pronunció al respecto en la sesión de control de este jueves. Tras las críticas de Más Madrid por “tener a niños con golpes de calor, con mareos y con vómitos en las aulas por pasar el día a 34 grados”, Vicina insistió en que el Gobierno regional “ha cuadruplicado” la inversión para combatir el calor en los centros educativos respecto al año anterior, “con una inversión de 13,3 millones de euros”.

El consejero enumeró los distintos materiales adquiridos en los últimos años para hacer frente a las altas temperaturas como “las reformas en la envolvente térmica de 85 edificios educativos, los sistemas evaporativos, que evitan el empleo de refrigerantes químicos y que ya están funcionando en 85 escuelas infantiles y las unidades enfriadoras de suelo radiante, que también sirven para la calefacción en invierno y que se han instalado ya en 25 escuelas infantiles”. Además, comparó la inversión realizada por la exalcaldesa de Madrid, Manuela Carmena, y el actual alcalde, José Luis Martínez-Almeida, en esta materia: “Carmena dedicó 27 millones en cuatro años, mientras que Almeida dedica 23 millones cada año”.

María Pastor, diputada de Más Madrid, mostró su preocupación por las altas temperaturas registradas en algunos centros educativos de la región en las últimas semanas de clase. “Ayer se tuvieron que llevar a un niño porque se desmayó de calor en un 'cole' de Madrid”, indicó.

En este sentido, recriminó al Gobierno regional que sean los profesores quienes “están comprando ventiladores con su dinero, que haya patios sin sombra y que haya colegios que tengan hasta 20 y 30 golpes de calor en un mes”. “Nuestros hijos están achicharrando en sus coles y ustedes son incapaces de climatizar los centros educativos. Los colegios son los únicos edificios públicos que no están climatizados. ¿Usted cree que en 2025 la única alternativa que tenemos para que nuestros hijos no pasen calor en los centros educativos es mandarles con un flus-flus y con un ventilador de mano?”, replicó la diputada de Más Madrid a Viciana.

Pastor también hizo referencia a los 40 millones de euros gastados en la plaza de toros de La Ventas y los comparó con los 13 para climatización en colegios: “Quizás si nuestros hijos fuesen toreros, parientes de la señora Ayuso y miembros de Quirón, ustedes estarían soltando pasta pública sin ningún tipo de problema. Pero claro, solo son niños a los que hay que proteger”.

En los últimos meses se han producido nueve jornadas de huelga educativa en las que, entre otras cuestiones, el personal docente ha reclamado mejores condiciones en los centros. Ahora, con la llegada del calo, remarcan su importancia para evitar “desgracias”.