La Animosa, el primer centro social okupado de Hortaleza, trata de frenar su desalojo y el de la familia que acoge

Un nuevo espacio autogestionado de activismo político, social y cultural se enfrenta al desalojo en Madrid. El centro social okupado La Animosa, el primero de estas características en el distrito de Hortaleza, ha recibido ya una orden de expulsión programada para el próximo miércoles 7 de mayo.

La actividad de este espacio comenzó en noviembre de 2021, cuando un grupo de jóvenes okupó un edificio abandonado de 1.400 metros cuadrados, que llevaba años sin actividad en el número 15 de la calle Mar de Japón. El local era propiedad de la Sociedad de Gestión de Activos Procedentes de la Reestructuración Bancaria (Sareb), el más conocido como banco malo.

“Después de cuatro años de trabajo vecinal, La Animosa se acaba. En contra de la voluntad de los vecinos del barrio, así como de las manos que una vez la construyeron. Durante este tiempo, se ha depositado la ilusión del barrio en cuatro paredes, dando lugar al Gimnasio HTZ Fighters, la Biblioteca Popular o acogiendo eventos para el vecindario. Se llama a la convocatoria el día 7 de mayo y a la rueda de prensa del Miércoles 30 de abril a las 12.00”, trasladan desde el centro en un comunicado.

Alertan además de que en el bloque reside actualmente una familia de cinco miembros “sin alternativa habitacional”, que el día 7 “se quedarán sin el techo que les ha acogido durante años”. Por ello, desde La Animosa se preparan ya para tratar de evitar el desahucio con distintos llamamientos a través de las redes sociales.

Desde La Animosa critican que “la Sareb, una entidad financiada con dinero público, desalojará un espacio de uso común y social”. “Hace unos años se deposita parte de la deuda privada de las viviendas en españa en la entidad, de gestión semipública, con aproximadamente 20.000 activos en el territorio español, en los próximos meses esta previsto el traspaso de un gran número de esos activos a una entidad completamente pública, las viviendas y locales que nadie quería, en manos de fondos buitres y empresas privadas, pasaran a manos públicas, socializando pérdidas, privatizando ganancias”, exponen.

A lo largo de estos cuatro años, La Animosa ha dado lugar a iniciativas de diversa índole en Hortaleza: “Por nuestro gimnasio popular han pasado cientos de jóvenes del distrito, desde clases de boxeo hasta escalada. Hemos organizado torneos de fútbol y baloncesto por el distrito de manera regular. En nuestra biblioteca han tenido lugar cursos de español, de programación o clases de refuerzo para niños. Hemos hecho rutas históricas por el barrio, exposiciones, charlas políticas y de concienciación... Todo desde el barrio para el barrio”. Mencionan también “repartos de juguetes , la cabalgata participativa de Hortaleza, la coordinación de las fiestas del distrito, las movilizaciones históricas del macroparking o el voluntariado durante la pandemia en el reparto de medicamentos”.

La Animosa se autodefine como “un lugar de referencia para el distrito y el conjunto de los movimientos políticos y sociales de Madrid”, pero recalcan además la importancia del espacio para el intercambio de ideas con otras entidades gracias a “reuniones y asambleas de distintos colectivos nacionales e internacionales, como sindicatos de vivienda”.