Gigantes y Cabezudos, Bohemios o La Pícara Molinera: las calles de Madrid que suenan a zarzuela

En el corazón del distrito de Villaverde, al sur de Madrid, se encuentra la Ciudad de los Ángeles, un barrio cuyo callejero no solo sirve para orientarse, sino también para rescatar la memoria cultural de un género tan castizo como la zarzuela. Aquí, entre edificios construidos en las últimas décadas del siglo XX y zonas verdes como el parque de Ingenieros, las calles no se llaman Alcalá, Gran Vía o Mayor, sino La del Manojo de Rosas, Bohemios o Gigantes y Cabezudos. Un homenaje urbano a una parte esencial del patrimonio musical español y, sobre todo, madrileño.

La historia del barrio no siempre estuvo ligada a las notas y acordes del género lírico. En sus primeros años de vida, las calles de la Ciudad de los Ángeles no tenían nombre alguno. Las viviendas estaban identificadas únicamente por el número del bloque, que además se asignaba según su antigüedad. Esto hacía que, por ejemplo, uno pudiera encontrarse el bloque 35 junto al 97, sin lógica aparente para quien no conociera el vecindario a fondo. La falta de nomenclatura generaba problemas tanto a los vecinos como al servicio de reparto postal. La solución no fue inmediata, pero cuando llegó, lo hizo de una forma un tanto peculiar.

El proceso para nombrar a las calles empieza con una propuesta. Cualquier persona o entidad —particular, asociación, grupo político o institución— puede plantear el nombre de una calle en Madrid. La solicitud debe dirigirse al distrito correspondiente y el área de Cultura, justificando los motivos de la propuesta. Si el Área emite un juicio favorable, la propuesta pasa a una comisión especializada, que consulta a los Cronistas de la Villa y a Planimetría para asegurar que el nombre no se repite ni puede generar confusión. Finalmente, la Comisión dictamina si la propuesta debe ser elevada a la Junta de Gobierno para su votación.

Según explican desde el área de Cultura a Somos Madrid, en el caso del barrio Ciudad de los Ángeles,“ fue el concejal del distrito en tiempos del gobierno de Ana Botella quien impulsó la iniciativa de completar el callejero de esta zona con nombres de zarzuelas”, continuando una idea que ya había comenzado años antes en otras calles cercanas. En 1983, esta propuesta se hizo realidad, y se rotularon oficialmente las nuevas calles.

Desde entonces, caminar por esta zona de Villaverde es recorrer una pequeña enciclopedia musical al aire libre. Las calles fueron organizadas alfabéticamente y adoptaron títulos de zarzuelas tan populares como Bohemios, Doña Francisquita, El huésped del sevillano, Gigantes y Cabezudos, La Pícara Molinera, El Santo de la Isidra, La alegría de la huerta, La canción del olvido, La corte del Faraón, La chulapona, La del manojo de rosas, La tabernera del puerto, La del soto del parral, La dolorosa, La rosa del azafrán, La verbena de la Paloma o Pan y toros, entre otros. Todas ellas forman parte del imaginario colectivo español, muchas veces asociadas a escenas castizas, amores imposibles, humor, crítica social y, sobre todo, a una identidad madrileña que encuentra aquí su reflejo en el urbanismo.

Este conjunto de nombres no solo aporta una coherencia temática al barrio, sino que lo convierte en un espacio único en España, donde la cultura se integra de forma literal en la vida cotidiana de los vecinos. No hay otro lugar en el país —y probablemente en el mundo— donde un paseo cotidiano implique atravesar los títulos más ilustres de la zarzuela, de forma natural, sin necesidad de levantar un telón.

Más allá de su valor práctico, este singular callejero representa una forma de mantener viva la memoria de la zarzuela, un género que fue, durante décadas, el gran espectáculo popular en los teatros de Madrid y otras ciudades españolas. En otras zonas de la región también existen calles con nombres relacionados con la música, como la de AC/DC en Leganés, nombrada en honor a la famosa banda de rock australiana o las que llevan el nombre de compositores clásicos como Albéniz, Chueca, Mozart, o Manuel de Falla. Quizá algún día paseemos por la avenida del Rap o la calle del Reguetón.