El único anuncio de impacto que hizo el alcalde de Madrid durante el reciente Debate sobre el Estado de la Ciudad, el de un nuevo bulevar entre Cibeles y la Puerta de Alcalá, se va a retrasar. El alcalde admitió este miércoles durante una entrevista en la Cadena Ser que había ordenado reevaluar su impacto en el tráfico, ante la abundancia de obras que estaba sufriendo la capital y sus correspondientes afecciones a la movilidad.
El proyecto iba a ganar espacio para el peatón en todo el entorno con la creación de un bulevar para pasear entre dos de los principales monumentos de Madrid, ampliando aceras y mejorando también un carril bici, además de aumentar las zonas verdes. Pero las obras se han retrasado sin fecha concreta. Lo confirmaba este jueves la vicealcaldesa de Madrid, Inma Sanz, después de la Junta de Gobierno semana.
“A lo largo de todo este tiempo tenemos obras muy relevantes en nuestra ciudad, coincidentes en el tiempo y, sobre todo, también tenemos una nueva solicitud por parte de Adif respecto a unas obras en Atocha, muy importantes para la ciudad por la ampliación de la playa de vías”, ha explicado la portavoz municipal. Según el consistorio, los trabajos de Adif tienen evidentes afecciones en el entorno de Alcalá y por eso el Ayuntamiento abre “un periodo de reevaluación de esa movilidad”. “A partir de ahí lo que haremos es ver si hay que adaptar las fechas de inicio de esa obra o si hay que tomar alguna otra decisión en el sentido de ver cuándo es el momento más propicio para que las afecciones puedan ser las menos posibles”, ha indicado Sanz.
Preguntada sobre si las obras del bulevar de la Puerta de Alcalá se acometarán en este mandato, la vicealcaldesa ha contestado que “existe margen en estos momentos pero en todo caso la prioridad es tratar de minimizar las afecciones y tratar de hacer lo más compatibles posibles todas las obras que se están realizando en la ciudad”, contestó Sanz.
Los trabajos se sumarían también a varios soterramientos que están generando importantes problemas de movilidad en la A-5 y en Castellana Norte, además de otras reformas como la ampliación de la línea 11 en Conde de Casal o la cubrición de la M-30. Hace unos días, el propio José Luis Martínez-Almeida aseguraba que “los estudios de movilidad garantizan que no va a ser demasiada la afección porque es una obra bastante limitada en el espacio”.
Según detalles del proyecto a los que ha tenido acceso ese periódico, el Ayuntamiento de Madrid apuesta por reducir el tráfico en este tramo para crear un carril bici más seguro, un pequeño bulevar y un acceso peatonal a la Puerta de Alcalá, a la que se podrá acceder andando y caminar tanto a su alrededor como atravesarla por debajo.
La idea del equipo de Almeida es dejar el tráfico rodado en tres carriles de subida y otros tres de bajada, incluyendo en ellos dos para el carril bus-taxi, frente a los nueve actuales (cuatro de subida y cinco de bajada), a lo que se añadirá un carril bici bidireccional junto a la acera de los pares, protegido por árboles y setos del resto del tráfico, según planos no definitivos del proyecto -pero muy avanzados- consultados por Somos Madrid.