Toyota RAV4 Plug-in, el híbrido enchufable que ha sabido esperar al momento dulce de esta tecnología
Aunque Toyota experimentó con la tecnología híbrida enchufable en sucesivos modelos de Prius desde 2008, ha decidido esperar a este 2021 para poner a la venta en España su primer vehículo plug-in que va realmente en serio. Esta política se puede interpretar de dos maneras: a unos les parece una respuesta tardía, impropia de la marca de híbridos por excelencia desde 1997 -cuando lanzó el Prius precisamente-; una visión más amable, que es por supuesto la de la compañía, indica que la cuestión no es disponer de la tecnología, sino saber esperar para ofrecerla cuando la sociedad en verdad la demanda, y no cabe duda de que el momento idóneo es este.
En plena transición, no tan acelerada como se preveía, hacia el eléctrico puro, muchos usuarios ven en los híbridos enchufables (PHEV) el vehículo perfecto para el momento actual, pues pueden moverse en el día a día sin emisiones y, al mismo tiempo, afrontar viajes largos sin preocuparse de buscar puntos de carga por el camino. En el caso del RAV4 Plug-in, modelo con el que Toyota debuta ahora, se añade la posibilidad de circular con garantías fuera del asfalto, entre otras cosas por disponer de tracción total, con lo que sobre el papel se aproxima bastante al coche total para el tiempo que vivimos.
Sobre la cuestión de si este es o no el momento justo, parecería además que la aprobación del Plan Moves III, al que puede acogerse la versión más asequible de las dos a la venta (Advance), se hubiera hecho coincidir a propósito con la comercialización del RAV4 Plug-in. Todo se antoja, pues, viento en las alas de un modelo del que la marca pretende entregar unas 1.150 unidades cada año a partir de ahora, lo que supondría anotarse uno de cada tres PHEV vendidos en nuestro país.
Como cabía esperar, esta versión enchufable llega con argumentos de enjundia frente a la competencia. Por ejemplo, una potencia de 306 CV que le permite acelerar de 0 a 100 km/h en solo 6 segundos y que, en modo de conducción deportivo, conlleva una respuesta sin duda brillante, como hemos podido comprobar adelantando una caravana de camiones y turismos en carreteras de doble sentido cercanas a Valladolid.
También la autonomía en ciclo WLTP supone un salto cualitativo sobre la mayoría de los competidores. Salvo la última generación de enchufables de Mercedes, que rondan los 100 kilómetros de alcance en modo eléctrico, ningún otro fabricante -y ninguno generalista- proporciona 75 kilómetros sin emisiones, 98 en el caso de circular solo en ciudad. Los consumos son de 1,0 litros/100 km con la batería cargada y de 6,6 con ella agotada, y las emisiones de CO2 oficiales se sitúan en 22 g/km. Por supuesto, la etiqueta ambiental que le corresponde es la 0 emisiones.
Junto con un motor de gasolina de 185 CV, el RAV4 Plug-in incorpora un motor eléctrico de 134 kW en el tren delantero y otro de 40 kW en el trasero, de lo que se deduce la presencia de tracción a las cuatro ruedas. La batería tiene una capacidad de 18,1 kWh; como curiosidad, apuntemos que con tres dispositivos como este se construye la batería del Lexus UX 300e, el primer eléctrico de la compañía de lujo del Grupo Toyota.
Variedad de programas de conducción
Además de los modos de conducción Eco, Normal y Sport, así como el Trail para un uso off road moderado, el modelo cuenta con otros cuatro programas, estos relacionados con la gestión de la energía. El eléctrico puro, EV, funciona hasta 135 km/h y ofrece las prestaciones de un dos litros de gasolina clásico, solo que con la entrega de potencia inmediata propia de los eléctricos. El modo automático regula por sí solo la interacción de los tres motores con la vista puesta en mejorar la eficiencia.
Además, se dispone de un programa para preservar la energía de la batería con el fin de poder utilizarla más adelante, y otro que la recarga recurriendo al motor térmico.
Como resultado indirecto del hecho de llevar las baterías en el piso del vehículo, el Plug-in presenta un centro de gravedad 20 mm más bajo que el RAV4 híbrido normal, y pesa unos 260 kilos más debido a la batería y el sistema eléctrico que la acompaña. El maletero pierde 60 litros (pasa de 580 a 520), básicamente los que se dedican al compartimento donde guardar el cable de carga, pero mantiene casi intactas sus cotas y practicidad.
La recarga lleva 7,5 horas en un enchufe doméstico convencional y 2,5 horas en un wallbox de 6,6 kW, que es la potencia máxima que admite el coche.
En comparación con la versión full hybrid, se aprecia una contundencia mucho mayor en el aporte de potencia, principalmente como decíamos en modo Sport, y un notable incremento del confort acústico. La entrada en funcionamiento del motor de gasolina llega muy mitigada al interior en lo que a sonido se refiere, gracias al empleo de mayor cantidad de aislantes, y un nuevo cristal delantero acústico disminuye la percepción de ruido aerodinámico.
Merece una mención especial el sistema de aire acondicionado, equipado con una bomba de calor que extrae energía térmica del aire exterior para calentar el habitáculo, de modo que el uso de este equipamiento tenga la menor repercusión en la autonomía eléctrica. Este mecanismo facilita la conducción EV en frío y retarda la entrada en acción del motor de combustión, a temperaturas comprendidas entre -10º y 30º positivos.
Salvo contados detalles externos, el RAV4 Plug-in se distingue de su hermano híbrido por disponer de asiento del acompañante eléctrico, toma de 220V, cuadro de instrumentos con información específica, costuras interiores rojas y llave que permite ajustar de forma remota la temperatura del habitáculo, durante un máximo de 10 minutos. Además, el acabado Style Plus incluye pantalla central de 9“ y head-up display de 10”.
El modelo está disponible en siete colores para la versión Advance y en cinco, combinados con techo negro, para la Style Plus. La primera, a la que pueden añadírsele techo practicable y asientos en Alcántara, cuesta 49.500 euros con los descuentos de la marca, cifra a la que pueden restársele 1.750 euros por financiar y hasta 5.000 de ayuda del Moves, con lo que puede salir por 42.750 euros. El Style Plus, excluido del Moves por precio, parte de 58.350 euros, a los que sí se puede aplicar la rebaja por financiación.
Toyota admite ya pedidos del RAV4 Plug-in, cuyas primeras entregas tendrán lugar en el mes de julio. Prevé que el 75% de las entregas correspondan al acabado Advance, con toda lógica, y el resto al más lujoso.
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