Simpatizantes del gaztetxe Maravillas tapian el acceso al batzoki de Alsasua

El colectivo en torno al gaztetxe Maravillas ha conseguido centrar la atención en los días previos a la manifestación que mañana recorrerá Pamplona en defensa del movimiento okupa. A las diversas protestas desarrolladas esta semana en la capital navarra, que han provocado diversos cortes de tráfico en la ciudad, se añade este viernes un acto de sabotaje: simpatizantes del colectivo han tapiado con ladrillos y cemento el acceso al batzoki de Alsasua. El partido jeltzale ha denunciado la acción, así como la aparición de pintadas en su sede social del Casco Viejo bilbaíno, donde un grupo escribió Maravillas Aurrera! en la fachada.

En el batzoki de Alsasua ha aparecido una pintada con la frase 'Uxue, utzi gaztetxeak bakean. Tapiar vuestros batzokis’ (Uxue, deja los gaztetxes en paz. Tapiad vuestros batzokis).

Tanto el PNV como Geroa Bai han denunciado los hechos, y también UPN, si bien los regionalistas han ligado su condena a la denuncia del “apoyo” que desde su punto de vista el alcalde de Pamplona, Joseba Asiron (EH Bildu), y la concejal Laura Berro (Aranzadi) brindan a los alborotadores.

Por su parte, la consejera de Presidencia, Función Pública, Interior y Justicia del Gobierno de Navarra, María José Beaumont, ha salido al paso de las críticas vertidas sobre su gestión de la operación policial que terminó con el palacio Marqués de Rozalejo tapiado y con varios días de disturbios en Pamplona para decir que se siente “absolutamente respaldada”. También ha recordado que la Policía Foral no es competente en materia de seguridad ciudadana en la capital navarra, por lo que tampoco actuará mañana durante la manifestación en apoyo al gaztetxe, que será escoltada por la Policía Nacional mientras la Policía Municipal regula el tráfico.

“Ataques antidemocráticos y fascistas”, denuncia el PNV

El más duro con las protestas okupas ha sido el presidente del PNV de Navarra, Unai Hualde, que considera “intolerable de todo punto de vista” la sucesión de “acciones antidemocráticas y fascistas propias de mentalidades totalitarias, que recuerdan la intimidación de otros tiempos y ante las que no cabe el silencio o mirar para otro lado”.

El partido ha denunciado ante la Policía Foral el sabotaje en su sede de Alsasua, y ha recordado las pintadas de puntos de mira realizadas en su sede de Pamplona. En una línea de argumentación a la que se ha sumado también Geroa Bai, Hualde ha relacionado los altercados con un ataque al Gobierno de Uxue Barkos, “del cambio”, de manera que “esta gente se está convirtiendo en los mejores aliados de la derecha y el régimen que ha imperado en Navarra”.

Y precisamente sus antagonistas políticos, el grupo municipal de UPN en el Ayuntamiento de Pamplona, ha registrado este viernes una declaración de urgencia “en contra de los actos vandálicos protagonizados por los okupas del Palacio Marqués de Rozalejo”, en la que condenan estos actos y exigen a los responsables de las distintas administraciones implicadas que “tomen las medidas necesarias para garantizar el normal funcionamiento de la ciudad”, informa Europa Press.

Los regionalistas han criticado que el alcalde de Pamplona, Joseba Asiron, “sólo ha roto su silencio alrededor de este asunto para amparar las demandas de los okupas y criticar una actuación policial que fue ejemplar”, y le han acusado de ponerse “del lado de los que incumplen la ley y se creen con más derechos que el resto de ciudadanos, con los que mantiene una evidente conexión ideológica”. Asimismo, han criticado “la frívola, irresponsable y cómplice actuación de la concejal de Aranzadi, Laura Berro, que aplaudió un acto de vandalismo contra una villavesa”.