Has elegido la edición de . Verás las noticias de esta portada en el módulo de ediciones locales de la home de elDiario.es.

Hola: ¿Se puede hablar de la sequía?, gracias

sequía

José Luis Gallego

Y es que sufrimos una de las peores sequías de los últimos años mientras nos gobierna una de las peores generaciones de políticos de todos los tiempos. Una situación perfectamente seria porque, entre los unos y la otra, nos estamos jugando el agua: es decir la vida.

En estas circunstancias tenemos dos opciones, o llevarnos las manos a la cabeza y entonar el tradicional lamento ibérico -ese rasgo tan característico de quienes compartimos península- o dejarnos de lamentos y ponernos a trabajar juntos para intentar salir de esta. Y el primer paso debe ser informarnos, adquirir conocimiento y compartirlo.

Acceder a la información sobre la sequía es fundamental para saber dónde estamos, hacia donde vamos y qué podemos hacer para evitar los peores escenarios. Porque aunque la actualidad informativa no lo esté señalando, ocurre que tenemos los embalses al 37% cuando según la media de los últimos diez años deberían estar al 52 %, que las temperaturas son hasta 12 grados más altas de lo habitual y que las previsiones de lluvia no son para nada optimistas.   

Pero junto a los datos informativos, también es importante compartir las inquietudes emocionales sobre la sequía. Saber lo que ocurre en el pueblo de al lado, en la comarca vecina, en la otra provincia y en la comunidad limítrofe. De ese modo obtendremos un mapa real de la sequía, algo que nos ayudará a comprender la magnitud de una tragedia no por ignorada menos grave.

Para rescatar a la sequía del monólogo informativo que la mantiene cautiva y contribuir al conocimiento colectivo de este desastre medioambiental un grupo de inquietos sociales hemos decidido crear una plataforma divulgativa, un ágora virtual.

Una plaza del pueblo sin árboles ni fuente pero con bancos y sillas para todos y a la que todos estamos invitados para tomar asiento y compartir las palabras, las imágenes y hasta los sonidos que nos permitan conocer mejor el alcance de la sequía.

Y digo bien cuando digo sonidos, porque ¿sabéis cómo suena un embalse vacío? Pues la semana pasada tuve la oportunidad de pasear por el lecho reseco de un embalse y os aseguro que tiene un sonido terrorífico. Suena a polvo, a viento reseco. A la tierra cuarteándose bajo el sol y a las piedras cayendo por los taludes agrietados. Suena en definitiva a muerte.

Datos, imágenes, palabras, sonidos. Todo eso es lo que queremos reunir en www.sossequia.com: una propuesta nacida de la sociedad y para la sociedad, una puerta abierta al conocimiento compartido por la que os invitamos a pasar. Sed bienvenidos.          

 

Etiquetas
stats