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Tildistas o no: generalizar es la falta

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Mi nombre es José María Luján, vivo en Sevilla y hace varios años que soy socio de este gran diario.

Quisiera que se hicieran eco de mi opinión acerca de varios artículos publicados en este medio en los que a los “sólotildistas” se nos tilda (valga la redundancia) de “nostálgicos”. El último es el de Elena Cabrera: La nostalgia es una tilde.

Ni mucho menos, todos los partidarios del uso de la tilde en el adverbio “sólo” somos nostálgicos, ni mucho menos. No me explico por qué hay quienes se empeñan en generalizar su punto de vista encasillándonos a todos en el paquete de los carcas, reaccionarios, nostálgicos y otras lindezas. Parece que invitan a que pensemos que a falta de argumentos, calumnian -que de paso algo queda-. Lo cierto es que con esas descalificaciones sobre nuestra postura ante la vida o nuestra posición política (seguro que tan diversas como en el grupo de los “no tildistas”) se obvian los razonamientos de sus tesis.

Me permitirán que les manifieste el mío, muy breve, un solo ejemplo de por qué es necesario el uso de la tilde en el adverbio “sólo”.

Si yo escribo “Voy solo a saludaros”, para quien no recurre a la tilde puedo decir dos cosas diferentes. Una, que voy sin compañía. Otra, que es a lo único que voy, que no me quedaré más tiempo. Pero si escribo “Voy sólo a saludaros” queda claro que tras el saludo no me quedaré más tiempo.

Digo yo que el objeto de las normas de escritura es dejar muy claro lo que se quiere decir, que resulte inequívoco, como ocurre con el uso de la coma en el famoso ejemplo: “Comed niños”, muy distinto a “Comed, niños”). Sin duda podemos encontrar muchos más ejemplos.

¿Qué tendría que hacer la RAE? Desde mi punto de vista, siguiendo su lema de “Limpia, fija y da esplendor”, ha de velar porque nuestra lengua brille de tan clara como queremos que sea, que no haya áreas resbaladizas como la pringue en las que quien lea no sepa a qué atenerse. ¿Acaso la RAE mira para otro lado ante las normas ortográficas? ¿Por qué ha de hacerlo en la tilde del adverbio “sólo”?

Lo más penoso es que haya quienes generalicen de esa forma tan cutre y nos metan a todos los que usamos la tilde en nuestro adverbio de marras en el saco de los desfasados. Mal ejemplo es pues tiene tufo de intolerancia, como si les hubiéramos tentado en sus sagrados conceptos sobre el buen escribir, algo que al parecer sólo está al alcance de los “modernos”.

Esto no va de nostálgicos frente a quienes se auto titulan progresistas. Les puedo asegurar que para mí la nostalgia es un espacio reservado de mis emociones y que mi ideario y mis actos siempre se rebelan contra la reacción porque miro al futuro con la esperanza de que sea igualitario, libre, sostenible. Va de ajustarnos a las reglas de ortografía o de menospreciarlas con la aquiescencia de la RAE, de forma que así se les permita obtener un indulto o amnistía para que socialmente no parezca que es que, a lo peor, temen meter la pata con la tilde, algo que también me puede suceder a mí, faltaría más.

Mejor si no generalizamos. Gracias.

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