Brasil fortalecerá su presencia en la Antártida con un nuevo buque oceanográfico

Brasil fortalecerá su presencia en la Antártida con un nuevo navío oceanográfico destinado a brindar apoyo logístico a las actividades que desarrolla en el marco del Programa Antártico Brasileño (PROANTAR).

Los detalles de la embarcación pretendida por Brasil fueron divulgados este martes por la Marina en el marco de la Exposición Latinoamericana de Espacio y Defensa (Laad por sus siglas en inglés), la mayor feria del sector de defensa para la región.

Con la futura adquisición, presupuestada en 500 millones de reales (unos 128 millones de dólares), la Marina de Brasil podrá incrementar las actividades que realiza en la Antártida.

Actualmente, la Marina apoya las labores logísticas del programa PROANTAR con los navíos Ary Rongel (oceanográfico) y Almirante Maximiliano (polar).

El nuevo buque oceanográfico reemplazará al Ary Rangel, construido en 1981 y que, con 38 años de vida activa, “ya cumplió su ciclo en las frías aguas de la Antártida”, señaló un portavoz de la Marina.

De acuerdo con la Armada, el nuevo Navío de Apoyo Antártico tendrá la capacidad de operar en aguas polares con presencia de hielo y ampliará el alcance de las actividades que se adelantan en la región, ya que podrá llegar a latitudes ubicadas más al sur, con lo que se abarcará una mayor cobertura.

Para consolidarlo como uno de los más modernos y eficientes, el navío también contará con laboratorios, sistemas científicos y equipos de última generación que brindarán una “mayor confianza para la consecución de los objetivos en el continente Antártico”.

Según la Marina, la nueva embarcación también reducirá el tiempo de reabastecimiento de la Estación Antártica Comandante Ferraz que será inaugurada en marzo de 2020 tras su reconstrucción y luego de ser destruida por un incendio hace siete años

El complejo recibe profesionales que actúan en el PROANTAR, creado en 1982 para desarrollar investigaciones oceanográficas y meteorológicas, así como en áreas como la biología y la meteorología.

En 2012, un incendio destruyó casi toda la estructura del complejo, destinado para fines científicos.

Con una inversión cercana a los 100 millones de dólares, la reconstrucción fue iniciada en enero de 2018 por la Corporación China de Importaciones y Exportaciones Electrónicas (Ceiec en sus siglas en inglés), que se adjudicó el respectivo contrato.