La Comisión de la ONU aboga por el retorno al diálogo como único freno a la violencia

La comisión de la ONU que investiga las atrocidades cometidas en Siria alertó hoy que, sin un retorno a las negociaciones de paz para este conflicto armado, las violaciones y vejaciones que allí se cometen diariamente continuarán.

En su duodécimo informe, presentado hoy, los expertos relatan cómo la tregua lograda en febrero pasado consiguió una real reducción de la violencia sobre el terreno y por ende de las violaciones a los derechos humanos.

“La esperanza lograda a principios de este año debe recuperarse”, reza el texto, que aboga por el retorno de las partes a la mesa de negociación.

No obstante, mientras esto no ocurre, la comisión hace un llamamiento a respetar el derecho humanitario y el derecho internacional y a procurar que los autores de las atrocidades asuman sus responsabilidades.

El informe relata todas las violaciones a los derechos humanos registradas entre el 10 de enero y el 20 de julio de 2016, y constata que desde marzo hubo una escalada de la violencia que ha recrudecido el conflicto y aumentado el sufrimiento de los civiles.

Actualmente, 600.000 personas viven bajo estado de sitio, a las que hay que sumar a las 300.000 personas que residen en Alepo oriental, que están “de facto” asediadas y por las cuales la comisión dice estar “sumamente preocupada”.

Otros 5,5 millones de civiles viven en zonas de difícil acceso, “y la ausencia de cooperación sostenida entre las partes en conflicto continua provocando malnutrición aguda y muerte”.

Cerca de 6,6 millones de sirios son desplazados internos y sobreviven en campamentos no oficiales.

A ellos se le suman casi 5 millones de personas que han abandonado sus hogares y se han convertido en refugiados en terceros países, “de los cuales solo el 10 por ciento se encuentran en Europa”, especifica el texto.