Docenas de muertos en un repunte de violencia en R. Centroafricana, según MSF

Docenas de personas murieron y otras resultaron heridas en las últimas semanas a causa del repunte de la tensión entre grupos armados rivales en República Centroafricana (RCA) que ha causado también el desplazamiento de miles de civiles, informó hoy Médicos Sin Fronteras (MSF).

“Nuestros equipos han sido testigos de ejecuciones sumarias y se han encontrado cadáveres mutilados abandonados en las calles con el objetivo de aterrorizar a la población”, aseguraron en un comunicado desde Bangui.

La organización internacional atendió a 168 personas víctimas de la violencia desde el pasado noviembre, desde cuando el conflicto ha sufrido una nueva escalada de la violencia.

“Buena parte de los civiles, atemorizados, se han refugiado en los bosques, donde sobreviven con lo que pueden”, explicó el coordinador general adjunto de MSF, René Colgo, quien dirige equipos de atención médica en las zonas de Bakouma y Nzako, en el sudeste del país.

“A finales de marzo nuestra sala de pediatría se llenó con 24 heridos de mucha gravedad, entre ellos una niña de tres años herida de bala. Tenemos un equipo técnico limitado, pero nuestro cirujano consiguió salvarla”, dijo la sanitaria Katie Treble, que trabaja en el hospital de Bria, epicentro de la contienda.

Desde MSF aseguran que RCA ha alcanzado unos niveles de violencia no conocidos desde 2014, cuando el conflicto alcanzó su punto más álgido, y que los enfrentamientos han llegado hasta zonas que se consideraban estables.

“El conflicto está evolucionando hacia un deterioro de forma veloz y los civiles son los que están pagando el precio, atrapados en las líneas de frente, expulsados de sus casas y pueblos -muchos de ellos quemados-, y alejados de sus campos y rutinas diarias”, denunció la coordinadora de proyectos en RCA, Caroline Ducarme.

El país vive un complicado proceso de transición desde que en 2013 los exrebeldes Séléka, de mayoría musulmana, derrocaran al presidente François Bozizé, desatando una ola de violencia sectaria entre musulmanes y cristianos que causó miles de muertos y ha obligado a cerca de un millón de personas a abandonar sus hogares.

La elección de Faustin Archange Touadéra como nuevo presidente en febrero de 2016 debía abrir una nueva etapa para República Centroafricana, que sin embargo todavía tiene muchos problemas para controlar a los grupos rebeldes en zonas alejadas de la capital.

Los enfrentamientos de grupos armados por el control del territorio y sus recursos se sitúan ahora en el centro y este del país, en las provincias de Ouaka, Haute Kotto, Basse Kotto y Mbomou, dijo MSF.