Forn pide recuperar la “unidad de acción que hizo posible el 1-O” y cree que ayer fue un “día triste”

Después de meses en prisión, se ve con el “derecho y la obligación de reclamar” poner a los ciudadanos y a Cataluña en el centro del debate y abandonar estrategias partidistas, ha dicho en su comparecencia como testigo en la comisión de investigación del Parlament sobre la aplicación del artículo 155.

“Ayer para nosotros fue un día triste”, ha admitido sobre los desencuentros sobre el voto en el pleno del presidente del Govern, Quim Torra, algo que también han señalado otros exconsejeros presos que han comparecido en la misma comisión, como Jordi Turull, ha recordado Forn.

Ha resaltado que no se gustaron a ellos mismos al ver lo que ocurría a través de los medios desde la cárcel, y ha advertido de que lo que está en juego es demasiado importante: “No tenemos derecho a estropear todo lo que hemos ganado”.

CONSECUENCIAS DEL 155

Ha sostenido que “es evidente que hay un antes y un después de la aplicación del 155” y que su aplicación afectó negativamente al normal desarrollo de la acción de Govern, y ha agradecido a los funcionarios y miembros de los servicios de seguridad y emergencias que continuaran con sus tareas durante su aplicación para mitigar sus efectos.

Forn ha afirmado que los impulsores del 1-O pensaron que el cese del Govern, la cárcel y la convocatoria de elecciones contribuiría a romper la mayoría independentista en el Parlament pero no lo lograron, y ha avisado de que los que querrían convertir Cataluña “en una Comunidad Autónoma más, caminan juntos y alineados”.

Ha detallado algunos de los efectos del 155 en el ámbito de Interior, como la imposibilidad de comprar munición y armamento para prácticas de tiro, afectaciones en recursos contra la lucha antiterrorista --poco después de los atentados de agosto en Barcelona y Cambrils (Tarragona)-- y el retraso en la licitación de expedientes para contratar material como 800 máscaras y 3.000 cascos para los Bomberos de la Generalitat.

DOCUMENTOS DE LOS MOSSOS

Además, ha asegurado que “desde el Estado se desplegó una estrategia sin precedentes para desprestigiar a la policía de Cataluña” para buscar excusas para poder recuperar competencias en materia de seguridad.

Cree que “el episodio más vergonzoso” se dio cuando se acusó a los Mossos de llevar a incinerar documentación que algunos políticos y medios aseguraron que probaban que la policía catalana colaboró con el proceso independentista e hizo vigilancia de algunos dirigentes políticos, algo que lamenta no haber podido responder desde prisión.

Ha explicado que, meses antes, los Mossos decidieron dar protección a estos dirigentes políticos --como a los líderes de los grupos en el Parlament-- y que él mismo se lo notificó, y que esto era lo que reflejaba la documentación: “Cuando hacen estas acusaciones saben que era gente que les iba a proteger a ellos”.

Le hubiese gustado que hubieran asistido a la comisión algunos de los que lanzaron estas incriminaciones, en un asunto que ha subrayado que se ha archivado: “Me esperaba que estas personas pudieran dar la cara, se pudieran explicar y pidieran excusas por estas acusaciones”.