Jordi Pujol reafirma que votaría 'sí' en una consulta porque el trato del Estado impone la “ruptura”

En su intervención durante la presentación de su libro 'El caminant davant del congost' (Editorial Proa) en el Círculo de Economía, ha afirmado que votaría favorablemente a la independencia con toda rotundidad porque “la situación no tiene salida”.

Pujol ha repasado --a través de conferencias que ha impartido durante su trayectoria-- cómo la evolución de las relaciones entre Cataluña y el resto de España le han llevado a defender la independencia, y ha fijado como punto de inflexión la sentencia del Tribunal Constitucional (TC) sobre el Estatut en 2010.

“Nos imponen una situación de ruptura”, ha añadido el expresidente de la Generalitat, que ha reconocido que la independencia es muy difícil pero ha negado que, en caso de lograrla, Cataluña sea un Estado inviable.

TRAUMA DE TRES O CUATRO AÑOS

“Podría decirse que puede tardar tres o cuatro años en recuperarse del trauma que supone una independencia. ¿Pero inviable? ¿Si Eslovenia o Eslovaquia lo son?”, ha continuado Pujol, que ha argumentado que lo que no puede Cataluña es mantenerse con las condiciones que, según ha dicho, le impone el Estado.

Sin embargo, el expresidente catalán ha reconocido que durante su etapa al frente de la Generalitat creyó en el entendimiento entre Cataluña y el resto de España, y que, pese a las dificultades iniciales, las relaciones fueron buenas e incluso vivieron “un momento dulce” alrededor de 1996 que, según ha dicho, se empezó a truncar en el año 2000.

Pese a su apuesta por la independencia, Pujol ha reivindicado su compromiso y el de CiU con la estabilidad del país en momentos como la Transición y la votación del primer gran ajuste del Gobierno de José Luis Rodríguez Zapatero en mayo de 2010, e incluso ha admitido que su partido se equivocó cuando se opuso a la entrada de España en la OTAN.