La candidata de Más Madrid, Mónica García, se ha dirigido a sus tres hijos en el minuto de oro con el que ha cerrado el debate a seis, el único que va a celebrar con todos los candidatos. A “Nicolás, Pablo y Rosita” les ha asegurado que está en política “porque cree en su poder transformador” y porque quiere dejarles “la herencia de una sociedad justa y equitativa”.
“Donde viváis en libertad, donde se pueda empatizar con los frágiles y todos seamos donantes y receptores de cuidados”, ha continuado dentro de la estrategia, seguida durante todo el debate, de presentarse como una política no profesional pegada a la realidad, una “médica y madre”.
Después, ha apelado a los votantes definiéndose como “una creyente del bien común” que quiere ser presidenta de la Comunidad de Madrid. Las últimas palabras las ha pronunciado ya fuera de tiempo, interrumpida por una de las conductoras del debate.
Por Sofía Pérez Mendoza.