El Gobierno de la RDC ordena liberar a 700 presos políticos del régimen de Kabila

Varios altos líderes de la oposición saldrán este viernes de prisión, después de que el nuevo presidente de la República Democrática del Congo (RDC), Félix Tshisekedi, concediese la gracia presidencial a unos 700 presos políticos encarcelados durante el Gobierno de su antecesor, Joseph Kabila.

El defensor de derechos humanos Firmin Yangambi, condenado en 2009 a 20 años de prisión por amenazar la seguridad nacional y posesión ilegal de armas, es uno de los que se espera que salga hoy del centro de reclusión de Kinshasa (la antigua prisión de Makala).

También el opositor Franck Diongo del Movimiento Lumumbista Progresista (MLP), condenado en 2016 a 5 años por secuestrar a tres militares de la guardia republicana en Kinshasa.

En un mensaje televisado en la Radio Televisión Nacional Congolesa (RTNC), el jefe de gabinete de Tshisekedi, Vital Kamerhe, anunció a última hora del miércoles que el presidente había concedido “la gracia presidencial a los prisioneros políticos”.

Tshisekedi, que juró cargo el 24 de enero tras ganar las elecciones del pasado 30 de diciembre, anunció hace unas semanas que entre sus decisiones durante los 100 días de mandato estaba la de liberar a los presos políticos.

En la ordenanza presidencial también se pide a toda persona o familia afectada “por el arresto de un miembro” entre el 1 de enero de 2015 y el 31 de diciembre de 2018 que “lo hagan saber y podrían ser liberadas”, según lo dicho el miércoles por Kamerhe.

Tshisekedi, hijo del histórico líder opositor Étienne Tshisekedi, ganó las elecciones con el 38,57 % de los votos, seguido por el líder opositor Martin Fayulu, con 34,86 %, según datos de la Comisión Electoral Nacional Independiente (CENI) avalados por la Corte Constitucional.

Tanto las elecciones como los resultados han sido tachados de fraudulentos por Fayulu, que pidió un nuevo recuento de los votos al asegurar que, según sus datos, pudo haber obtenido el 61 % del apoyo.

Las elecciones del 30 de diciembre pusieron fin a dos años de atrasos e incertidumbre, desde que Kabila -en el poder desde 2001- concluyera por ley su segundo y último mandato en diciembre de 2016.