Marruecos agradece expresamente a Sánchez su cambio de postura sobre el Sáhara

José Enrique Monrosi

Rabat (Marruecos) —

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Marruecos y España vuelven a estrecharse este jueves la mano en una reunión de alto nivel ocho años y varias crisis diplomáticas después. La cumbre estuvo precedida este miércoles por un foro empresarial de ambos países y es calificada por el Ejecutivo español de “cita histórica” por suponer la culminación del camino emprendido por el Gobierno hace casi un año en busca de un acercamiento con el país vecino.

Con un polémico volantazo a la histórica posición española respecto al Sáhara, el presidente español, Pedro Sánchez, tomó partido por Marruecos aceptando su propuesta de autonomía. Un paso que el régimen alauí agradeció expresamente ante el jefe del Ejecutivo este miércoles, dejando claro que fue ese paso y no otro el que posibilitó poder afrontar hoy una “nueva fase” en la convivencia. 

“Las relaciones han entrado en una nueva fase gracias al apoyo al plan de autonomía al Sáhara. Nos parece una visión histórica y realista que valoramos”, dijo durante su intervención en el foro económico el primer ministro marroquí, Aziz Ajanouch, delante del presidente español. Ajanouch llegó a hablar de “altibajos” en las relaciones entre ambos países que atribuyó a “malentendidos”. “Pero siempre encontramos soluciones para dichas crisis, porque la historia ha demostrado que somos más fuertes si estamos juntos”, apuntó. 

Para el Gobierno español el conflicto del Sáhara sigue siendo a día de hoy un tema espinoso en el que prefiere no ahondar. Al contrario que su homólogo, Sánchez no hizo mención alguna al asunto durante sus palabras. Y cuestionados por la reflexión del primer ministro marroquí, desde el Ministerio de Exteriores se limitaron a esquivar la respuesta. “España y Marruecos hemos comprendido que tenemos que ser capaces de hablar de todos los asuntos que nos conciernen”, salieron al paso desde el departamento de José Manuel Albares, sin ofrecer más detalles. En clave de política interna la alineación con Marruecos sobre el Sáhara sigue teniendo costes para el Ejecutivo.

Los socios de coalición de Unidas Podemos critican abiertamente ese viraje de la política exterior de Sánchez y han tenido la oportunidad de escenificar ese rechazo con la ausencia de sus ministros en la cumbre. De los once que aterrizaron este miércoles en Rabat, todos ellos pertenecen al ala socialista del Gobierno, algo a lo que se intenta restar relevancia política desde La Moncloa indicando que en el encuentro está representado “todo el Ejecutivo”. 

En el entorno del presidente prefieren poner el foco en el peso estratégico que tendrá para España la firma de hasta 25 acuerdos durante la reunión de alto nivel. “Son cuatro veces más que los firmados hace ocho años, y nunca España había participado con un número de ministros tan alto”, subrayan fuentes del Ejecutivo. En Exteriores aseguran que la cita supone “un éxito” de la política exterior española y ensalzan que el camino elegido en su día para pasar página de los choques con Marruecos ya da resultados en forma de control migratorio (69% menos de flujo, según el departamento de Albares) y en el nivel de exportaciones, que alcanza la cifra de los 10.000 millones. 

Centrado casi exclusivamente en el contenido económico sobre el que versaba el foro, Pedro Sánchez se comprometió en su intervención a “profundizar aún más en ese afán de compartir entre dos países que compartimos tanto”. Ante un auditorio plagado de representantes empresariales españoles y tras las críticas públicas del presidente en las últimas semanas a las grandes compañías que suman beneficios récord sin subir los salarios, Sánchez quiso lanzar un guiño a los empresarios al referirse al “legítimo orgullo que el Gobierno de España siente por la decidida apuesta de las empresas españolas en Marruecos, auténticas embajadoras de una apuesta dinámica y moderna”. El presidente de la CEOE, Antonio Garamendi, que no acudió a la última reunión donde se pactó la subida del salario mínimo, que ha criticado, había excusado su ausencia por razones médicas.

Sánchez no se verá con Mohamed VI

Justo antes de que el presidente del Gobierno interviniera en el foro económico en Rabat, la Moncloa comunicó que Pedro Sánchez había mantenido una conversación telefónica de media hora con el rey de Marruecos para “seguir impulsando la relación entre Marruecos y España”. En esa misma nota se apuntaba que el presidente había aceptado la invitación para un próximo encuentro con Mohamed VI, que estos días no recibirá a Sánchez por encontrarse fuera del país

El gesto fue calificado rápidamente por el PP como un “ninguneo”. El vicesecretario de acción institucional de los populares, Esteban González Pons, se preguntó en sus redes sociales: “¿Cómo aceptó el Gobierno acudir a la cumbre de Marruecos sin tener asegurado que el rey recibiría al presidente? Este tipo de ninguneos diplomáticos se pagan con una dimisión. Macron jamás pisaría Rabat para no ser recibido por el rey. Los de Sánchez están haciendo un papelón”.

El ministerio de Exteriores, José Manuel Albares, lamentó a su llegada a Rabat el “poco sentido de Estado” de la oposición por criticar una política exterior “clave para territorios como Ceuta, Melilla, Andalucía o Canarias”, dijo, en referencia a los controles migratorios. Fuentes de Presidencia subrayan que en esta cumbre lo previsto era “una reunión entre gobiernos” y que, en cualquier caso, se dan por satisfechos con la llamada. “Ha durado lo mismo que una audiencia en persona”, apuntan esas mismas fuentes restando importancia a que no vaya a tener lugar un encuentro con el rey durante la cumbre.

Según Exteriores, y a pesar de que hasta el último momento no se había descartado que el encuentro pudiera acabar agendándose, el Gobierno español tenía constancia desde hace dos días de que Mohamed VI no se encontraría en el país durante la celebración de la reunión de alto nivel. Por eso, añaden, se acordó una llamada. “Esta reunión ha tenido lugar por la gran implicación del rey de Marruecos, que ha mantenido una larga conversación con el presidente en la que han quedado en reforzar esta nueva etapa para hacer unas relaciones más fuertes y más sólidas que eviten cualquier malentendido de épocas pasadas”, incidió en Rabat el propio Albares. 

Desde su departamento consideran “inaudito” que el rey de Marruecos se implique tanto en una cita de este tipo y ponen en valor que el presidente Sánchez sea “de los pocos jefes de Gobierno y de Estado que han cenado con Mohamed VI”. “Nadie sobre la faz de la tierra tiene dudas de que tiene una relación magnífica”, añaden.