El Partido Popular asegura que no destruyó documentación de Luis Bárcenas almacenada en los discos duros de los ordenadores que utilizaba como tesorero porque nada había en esas memorias. Esta fue la tesis que defendió durante dos horas la actual gerente y tesorera de la formación, Carmen Navarro, ante la jueza, desmintiendo así la declaración de ayer de Bárcenas y los indicios en los que se apoya toda la causa por encubrimiento y un delito de daños informáticos atribuido a ella misma y al PP.
Navarro ha comparecido en calidad de investigada, el equivalente a imputado. Ante la magistrada ha explicado que llegó al cargo en enero de 2011 y que se encontró un absoluto descontrol en la sede central del Partido Popular, en lo referente a la asignación de ordenadores o protocolos de actuación. Su labor consistíra, añadió, en “profesionalizar” el partido en esas facetas.
En este sentido ha asegurado que ella puso en marcha las normas para la destrucción de información almacenada en ordenadores, informaron fuentes presentes en la declaraciòn. Con esta fórmula, el PP desmiente que el protocolo fuera una prueba prefabricada para exculparse ante el juez Pablo Ruz de haberse deshecho de lo que contenían los ordenadores del extesorero.
En cualquier caso, según Navarro, los ordenadores de Bárcenas estaban vacíos. El 1 de marzo, el extesorero reclamó por burofax los enseres personales y los ordenadores que se guardaban en la sala Andalucía de Génova. Navarro ha asegurado que ya se había descubierto que en los ordenadores, sin claves de acceso, no había nada. Pero ella ordenó “paralizar” la aplicación del protocolo para la destrucción de los discos duros. También ha dicho que solo cuando un juzgado de Madrid falló en contra de la denuncia del extesorero por el presunto robo de los ordenadores se reactivó el citado protocolo.
Con esta última afirmación, la gerente del PP trata de desvincular la destrucción de los discos duros de los avances en la investigación sobre la financiación irregular que realizaba en esos momentos el juez Ruz en la Audiencia Nacional.
Por otra parte, Carmen Navarro se refirió a la situación laboral de Bárcenas en aquella época. Aseguró a la jueza Rosa María Freire que el extesorero no trabajaba en el PP cuando ella llegó, que solo se pasaba por allí de vez en cuando y que, por indicación de María Dolores de Cospedal, se dieron instrucciones al jefe de Seguridad, Antonio de la Fuente, de que se le prohibiera el acceso y los periodistas no pudieran verle así por el 'cuartel general' del PP.
Además, Navarro ha defendido que el juez Ruz obtuvo todos los correos electrónicos de Bárcenas que conservaba el servidor del PP durante el registro de Génova en diciembre de 2013. Bárcenas le dijo ayer a la jueza que entre la documentación que ya no se podrá recuperar había recibís de sobresueldos a dirigentes del PP, así como pantallazos de correos electrónicos, entre otros documentos.
La jueza Freire ha realizado un exhaustivo interrogatorio a Navarro, según las fuentes consultadas. La gerente no quiso contestar a las acusaciones populares, y sí lo hizo a las preguntas de su abogado y el PP. También accedió a hacerlas a la de la fiscal, pero esta declinó interrogar a la imputada.
Esta mañana también ha declarado como imputado Javier Barrero, informático del PP. Ha dicho a la jueza que tiene 55 años y que trabaja desde los 21 en el partido. En todo ese tiempo, ha añadido, no ha conocido un protocolo de destrucción de los datos contenidos en los ordenadores de las personas que dejaban de trabajar en la formación. Desde que llegó Navarro a la Gerencia, Barrero ha sido relegado y de sus funciones se ocupa José Manuel Moreno, el informático que habría aplicado el protocolo del que habla la sucesora de Bárcenas en la Gerencia del PP.
Al término de las declaraciones, Freire ha ordenado al PP que señale a un representante legal para declarar como imputado el próximo 12 de febrero. A esa situación de imputado/investigado ha pasado también el abogado de la formación, Alberto Durán, que declarará esa misma mañana.