Los casi 200 periodistas acreditados no han podido acercarse a menos de 100 metros de distancia del rey y el príncipe Felipe, que han aparecido juntos por primera vez tras el anuncio de abdicación de Juan Carlos de Borbón.
Los medios solo han podido grabar desde lejos la llegada del monarca y su heredero así como el acto militar que han presidido en El Escorial.
Los periodistas tampoco han podido acceder al oficio religioso ni al cátering de la empresa José Luis del que después han disfrutado las autoridades. Por tanto, los comentarios que el futuro heredero haya hecho en el interior no han tenido trascedencia pública de la que pueda dar testimonio la prensa.
El rey y el príncipe se han marchado casi tres horas después de su llegada cada uno en un coche de la comitiva de ocho que les acompaña. A las puertas del Monasterio de El Escorial el rey y su heredero se han despedido con dos besos y después han conversado con las autoridades militares allí presentes. También se encontraba el presidente de la Comunidad de Madrid, Ignacio González.