Francia: se trabaja en una “solución europea” para el desembarco del Lifeline en Malta

El portavoz del Gobierno francés, Benjamin Griveaux, afirmó hoy que se está trabajando en “una solución europea” para el barco de la ONG alemana Lifeline, que tiene a bordo 230 inmigrantes rescatados en el Mediterráneo, y que consistiría en su desembarco en Malta.

“Una solución europea parece dibujarse en este momento” y “sería un desembarco en Malta”, señaló en una entrevista a la emisora “RTL” Griveaux.

El portavoz dijo que el presidente francés, Emmanuel Macron, estuvo hablando ayer con el primer ministro maltés, Joseph Muscat.

En este escenario de llegada a Malta, afirmó que Francia “estaría dispuesta, como lo hizo con España” en el caso del “Aquarius”, a enviar un equipo para tratar de forma individual las demandas de acogida que pudieran hacerle los inmigrantes del “Lifeline”.

Hasta ahora, tanto Malta como Italia se habían negado a recibir en sus puertos la nave de la ONG alemana, como lo habían hecho con el “Aquarius”, fletado por dos ONG francesas, SOS Mediterranée y Médicos sin Fronteras.

El portavoz del Ejecutivo francés señaló que, más allá de estas situaciones, hay que “encontrar soluciones duraderas” porque estos episodios se repetirán, y eso debe hacerse en la cumbre europea programada en Bruselas el jueves y el viernes.

A ese Consejo Europeo se llevará la propuesta, anunciada tras el encuentro del sábado de Macron con el presidente del Gobierno español, Pedro Sánchez, de crear “centros cerrados bajo autoridad europea” en territorio europeo.

Según Griveaux, eso permitiría que se pueda dar una gestión europea -y el peso no recaiga únicamente sobre los países de llegada como Italia- a los inmigrantes que lleguen para determinar si pueden acogerse al derecho de asilo, en cuyo caso se repartirían entre los Estados europeos.

Los que no tuvieran opciones de obtener ese estatuto, deberían ser expulsados.

El responsable francés, que no quiso contestar directamente a las acusaciones contra Macron del ministro italiano del Interior, Matteo Salvini, puso el acento en que la crisis actual sobre esta cuestión “es política antes que migratoria”.

Para justificarlo, dijo que mientras en 2015 entraron de forma irregular 1,8 millones de personas en Europa, en 2017 esa cifra se quedó en “un poco más de 200.000”.