Un total de once equipos de Bolivia, Bélgica, Colombia y Chile arrancaron hoy en la V Edición de la Carrera Solar Atacama, que este año tiene un recorrido de más de 2.600 kilómetros entre Santiago y Arica, en el extremo norte del país austral.
La mayor parte del recorrido tendrá lugar en el Desierto de Atacama, considerado el más árido del planeta y con la mayor radiación solar, ideal para alimentar los motores de los vehículos participantes, según destacaron los organizadores.
Los participantes en la prueba están divididos en dos grupos: cuatro prototipos corren en la “Categoría Solar”, que considera vehículos eléctricos impulsados por energía solar y que recorrerán la ruta completa desde Santiago hasta Arica.
Los otros siete vehículos competirán en la “Categoría Híbrida”, impulsados por energía solar y tracción humana, y correrán en circuitos urbanos en distintas ciudades del país, específicamente La Serena, Copiapó, Diego de Almagro, Antofagasta, San Pedro de Atacama, Sierra Gorda, Iquique y Arica.
Cabe señalar que los vehículos participantes pueden alcanzar velocidades de hasta 140 kilómetros por hora.
Las ministras chilenas de Transportes, Gloria Hutt, y de Energía, Susana Jiménez, fueron las encargadas de dar la largada a la edición 2018 de la carrera, que se prolongará durante ocho días.
Jiménez destacó en la oportunidad que Chile es un “líder indiscutido” en el desarrollo de la energía solar y que el uso de energía proveniente de fuentes renovables es una de las principales proyecciones del país de cara al futuro.
La edición 2018 “es la más extrema que ha tenido en su historia y, sin miedo a equivocarme, creo que hoy en día es la competencia más difícil de autos solares en el mundo”, según aseguró a Efe Leandro Valencia, director de la Carrera Solar Atacama.
De acuerdo con los organizadores, además de su carácter competitivo, el propósito de la Carrera Solar Atacama es fomentar las energías limpias y contribuir al desarrollo de tecnologías para mejorar el transporte urbano.