Sanidad vacunará a los crónicos junto a los mayores de 70 y aplaza la decisión sobre ampliar la edad para AstraZeneca

Belén Remacha

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La Comisión de Salud Pública del Ministerio de Sanidad ha decidido a qué enfermos crónicos prioriza en la vacunación frente a la COVID-19. El órgano, compuesto por técnicos de las comunidades autónomas y del Ministerio y a través de su Ponencia de Vacunas, ha dictaminado que estos pacientes sean las personas con trasplante de médula ósea y de órgano sólido y lista de espera para este; personas en hemodiálisis y diálisis peritoneal; con enfermedad oncohematológica; con cáncer de órgano sólido en tratamiento con quimioterapia citotóxica; cáncer de pulmón en tratamiento con quimioterapia o inmunoterapia y personas con Síndrome de Down mayores de 40 años. La decisión incluye que sean vacunados simultáneamente a las personas de entre 70 y 79 años, que es el siguiente grupo etario después de los mayores de 80.

El órgano tenía que decidir también si ampliaba el límite de edad para la administración de AstraZeneca, que hasta ahora es de 55 años en España por falta de resultados clínicos en mayores. Pero vuelve a aplazar esa decisión “a que haya una evaluación y dictamen por parte de la Agencia Europea del Medicamento respecto a los efectos adversos de esta vacuna”. En todo caso, se ampliaría el límite a los 65 años, no a los mayores de 65 como han hecho otros países (Alemania, Francia y Portugal, entre otros). Hoy mismo, la Agencia Europea del Medicamento (EMA, en sus siglas en inglés) ha descartado la relación entre la vacuna de AstraZeneca y los casos de trombos identificados en algunos países y que han obligado a paralizar por precaución la campaña con este suero en Noruega, Dinamarca e Italia.

Sanidad no aclara con qué fármacos se inmunizará a los enfermos crónicos, si con Pfizer, Moderna o AstraZeneca (Janssen, aprobada hoy por la EMA, no estará disponible hasta abril). No está cerrada todavía la actualización 5 de la estrategia de vacunas en la que se detallará ese extremo, tampoco se han especificado los criterios seguidos para escoger esas enfermedades. Pero AstraZeneca está por ahora desaconsejada por Sanidad, por no haber evidencias suficientes a partir de los ensayos clínicos, para personas con inmunodepresión grave, enfermedad cardiovascular no controlada y enfermedad hepática, renal, metabólica/endocrina o neurológica graves. También podrán ser incluidos en esa actualización 5 otros grupos de alto riesgo.

Sociedades científicas y organizaciones, como la Plataforma de Organizaciones de Pacientes, habían sido muy críticas con que los grupos de crónicos no estuviesen todavía definidos en España, ni priorizados en el calendario. Se ha inoculado antes que a ellos a trabajadores considerados esenciales, pese a no ser de alto riesgo, por tener que destinar AstraZeneca a menores de 55 años. Amós García Rojas, presidente de la Asociación Española de Vacunología (AEV) y firmante en la estrategia nacional como representante técnico de Canarias, explicaba a este periódico que la parte de las patologías es “más complicada” de definir que las anteriores, que se han limitado a separar por edades –y por sectores en el caso de los sanitarios y sociosanitarios y de los trabajadores esenciales–.

Los enfermos crónicos se suman de esta manera en las prioridades a los sanitarios y sociosanitarios, trabajadores esenciales (policías, bomberos, militares, docentes), mayores de 80, de 70; y tras ellos, los mayores de 60 y los de entre 45 y 55 (con AstraZeneca). El objetivo es haber alcanzado en abril a todos los mayores de 80, y en septiembre al 70% de la población general.