La Asamblea Nacional de Francia ha aprobado este domingo de forma definitiva el proyecto de ley que crea el pasaporte de vacunación, un documento que complicará la vida a quienes no se han inmunizado, tal como se había propuesto el presidente Emmanuel Macron.
La aprobación, por 215 votos a favor y 58 en contra, cierra dos semanas de intenso trámite parlamentario y varios días de votaciones de ida y vuelta en la Asamblea y en el Senado sobre versiones diferentes de la ley hasta que ambas cámaras lograron cerrar un texto común.
El Gobierno quiere que la ley entre en vigor esta misma semana a fin de intentar contener mejor la variante ómicron, que está causando más de 300.000 contagios diarios en los últimos días.
El texto sustituye el anterior pasaporte sanitario (vacunas o test negativo) por uno basado únicamente en las vacunas, lo que significa que quienes rechacen inmunizarse frente a la COVID tendrán limitado su acceso a una importante serie de actividades sociales.
Solo quienes tengan una pauta de vacunación completa con tres dosis, o dos dosis con un certificación de curación de la enfermedad en los últimos seis meses o dispongan de una exención médica de la vacuna, podrán entrar en lugares culturales como cines, teatros o museos.
Igual ocurrirá con la entrada en los grandes centros comerciales, igual que a cafés, bares y restaurantes, así como en el acceso a los transportes públicos de media y larga distancia.
Informa EFE.