El movimiento vecinal de Chamberí se resiste a abandonar su Casa de Cultura y peleará en los tribunales por una prórroga a su cesión que el Ayuntamiento le ha denegado, pese a que no tiene ningún uso alternativo para el local que desde hace cuatro años ocupa en el número 37 de la calle Bravo Murillo.
La asociación que reúne a los 24 colectivos presentes en la casa considera que la prórroga ha sido “indebidamente denegada” y por ello ha iniciado una demanda en los juzgados de lo contencioso-administrativo contra la Junta de Chamberí, que hace un mes ordenó revocar la cesión sin valorar la larga lista de actividades celebradas en su interior y sin explicar para qué destino necesita recuperar este espacio municipal.
Escribe Diego Casado.