Una ruta por la gastronomía de Asturias, la tierra del buen comer

La fabada, la puerta de entrada a la gastronomía asturiana

Roberto Ruiz

Un viaje a Asturias quizá incluya montaña, quizá pequeños pueblos pesqueros, quizá naturaleza y quizá algo de cultura. Eso dependerá de los gustos de cada uno. Pero lo que sin duda nunca faltará será una de las mejores y más ricas gastronomías del país. Traída del mar y la montaña, regada con sidra, acompañada de algún queso con nombre propio y rematada con algún dulce típico. Por lo que si te gusta comer, visitar Asturias es apostar por el caballo ganador.

Lo bueno de Asturias, además, es que en muy poco espacio tendrás a tu disposición una amplia variedad de productos distintos allá donde vayas. Que si un queso aquí, que si un dulce allá, que si el pescado de la costa, que si la carne de la montaña, y siempre de la mano de la omnipresente sidra que con todo parece encajar bien. Hasta con los postres. De manera que si te apetece darte un homenaje gastronómico, te invitamos a descubrir la gastronomía asturiana degustando sus manjares y visitando sus queserías, sus mercados, sus lonjas y sus lagares.

Una tierra de quesos

Asturias la podemos denominar 'la región de los 50 quesos'. Las vacas son las protagonistas de sus prados y montañas y de ellas sale la leche del 65% de los quesos que se elaboran en la actualidad. En oriente es donde más quesos encontramos, las montañas mandan, y nombres como Cabrales y Gamonéu harán las delicias de los amantes de las emociones fuertes, pero en pocos kilómetros a la redonda encontraremos 20 quesos más. En el área central domina el Afuega'l pitu, pero el Casín va ganando terreno reivindicando su historia, mientras que en occidente mandan otros como La Peral, Gorfolí, Abredo, Taramundi y Oscos. 

En total en Asturias hay cuatro Denominaciones de Origen: Cabrales, Gamonéu, Casín y Afuega'l pitu. Y una Indicación Geográfica Protegida: Beyos. Entre las cinco suman unas 60 queserías, más de la mitad de toda la región. Si te gusta el queso, nunca deberías pasar por alto visitar a una quesería para conocer su elaboración desde dentro. 

De sidra y “culetes”

Asturias copa el 80% de la producción nacional de sidra. Aquí más de 70 lagares, o “llagares” en asturiano, elaboran 40 millones de botellas de sidra y se llega a exportar a más de 50 países. También cuenta con su propia Denominación de Origen, la cual admite 76 variedades de manzanas de las casi 500 que por cierto se trabajan en toda la región. La sidra se pide por botellas y se bebe por “culetes” o “culines”, y se bebe de un solo trago. Va genial con cualquier plato de la región y se puede encontrar natural, que se ha de escanciar, o natural espumosa, sometida a una segunda fermentación, y ambas se acogen a la D.O. Una visita a un llagar para conocer el proceso de elaboración de la sidra y aprovechar para acompañarla con algún producto de la tierra nunca está de más. 

De fabada y compango, la reina del cuchareo

La fabada es el plato protagonista de cualquier visita a Asturias, pero no menos fama deberían tener otros platos similares, como las fabes con almejas, por poner un ejemplo. Además de las fabes, que han de ser de la “tierrina”, otros ingredientes de importancia son el chorizo, la morcilla, el lacón y otros derivados del cerdo, ya dependiendo de gustos. La clave es que la faba sea cremosa y se deshaga en la boca, que el caldo esté ligado y que la morcilla se suelte bien de la piel. La faba asturiana cuenta con su propia Indicación Geográfica Protegida (IGP) que garantiza su calidad desde 1990 como forma de preservar la esencia de esta legumbre ante la importación procedente de Sudamérica. 

De carne llegada de las montañas

En Asturias se come carne. Mucha y buena carne. Eso es así. Tanto de vaca como de cerdo. Hay más de 300.000 cabezas de ganado bovino en la región y las destinadas a carne ya superan a las de leche. Gran parte está protegida por la IGP Ternera Asturiana desde 2002 y sí, hay vida más allá del cachopo, como las también exquisitas carrilleras al vino de Cangas. 

Pero hablemos del cachopo, cómo no: dos grandes filetes de ternera asturiana, jamón serrano o ibérico y unas lonchas de un queso asturiano no muy fuerte, como el de Oscos o el de Vidiago. Todo junto se reboza en harina, huevo y pan rallado, se fríe y ya tenemos uno de los platos estrella de la gastronomía asturiana. Enorme, pero generalmente para compartir. El Chosco de Tineo, con derivados del cerdo que contienen al menos un 15% de lengua y mucho de cabecera, es uno de los secretos mejor guardados de la región. 

De pescados y mariscos

En las aguas del Cantábrico Asturias tiene un verdadero regalo. Vayas en la época que vayas siempre merece mucho la pena visitar una lonja, o “rula” como se conoce aquí, y aprender sobre las capturas del día. La rula de Puerto de Vega admite visitas todo el año con reserva previa y la de Avilés solo durante el verano. Los pescados más comunes son la caballa, la sardina y la merluza, así como el salmonete de roca, el rodaballo, el mero o el cabracho. Pero también hay buen marisco de gran calibre, como centollos, bogavantes, nécoras y bueyes de mar, además de pulpo, lapas y oricios (erizos). Especies que dependerán de la época del año, pero que siempre deben ir acompañadas de una buena sidra. Por supuesto.

Eso sí, a la hora de aprender sobre pescado y marisco en Asturias no te vendrá mal un poco de ayuda lingüística porque aquí todo tiene su nombre propio en asturiano, como por ejemplo “roballiza” para lubina, “bugre”, “llubricante” o “llocántaru” para bogavante, “ñocla” para el buey de mar o “pixín” para rape, entre muchas otras denominaciones propias. Para esto, y para mucho más, te será de gran ayuda esta recopilación de vocabulario gastronómico asturiano.

Y de dulces tradicionales

Una ruta gastronómica por Asturias no estaría completa si no se terminase con un buen dulce, y es que en cada pueblo o concejo existe un dulce típico de la zona, por lo que siempre encontraremos una confitería a nuestro paso. Si buscas un postre, indudablemente el arroz con leche asturiano gana en popularidad, pero también los frixuelos, como pequeños crêpes dulces, y “les casadielles”, con su masa frita rellena de nuez triturada, miel o azúcar, y un chorrito de anís. 

En cada zona de Asturias encontrarás un postre o un dulce característico, por lo que la tentación es grande cuando se desea conocerlos todos. Si eres un amante del arroz con leche te gustará saber que existe el Festival del Arroz con Leche,  se celebra desde hace más de 30 años en Santolaya de Cabranes el domingo más cercano al 9 de mayo y en él participan más de 100 personas. El paraíso de los más golosos.

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