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Percepciones nacionalistas y encuestas

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Enrique Bethencourt

Las Palmas de Gran Canaria —

Cuando se habla de Cataluña se divide entre soberanistas y constitucionalistas (o separatistas y unionistas), denominaciones que ocultan muchos matices. Así como de nacionalistas catalanistas y nacionalistas españolistas. Son dos bloques que, con toda seguridad, ocultan en su interior un abanico menos monolítico de lo que aparentan.

Margullando en el CIS preelectoral de los recientes comicios catalanes me encuentro con algunos detalles que me resultan interesantes. Por ejemplo, el elevado catalanismo: un 22,7% se siente únicamente catalán y un 24,3% más catalán que español, lo que hace conjuntamente un 47%, casi clavado el porcentaje que sacó el independentismo. Pero no es automático: en el postelectoral de 2015 hay un 14,4% de votantes de Junts pel Sí que se sienten tan catalanes como españoles y, por el contrario, un 7,6% de Cs que se siente más catalán que español.

Luego hay una amplía franja que dice sentirse por igual catalán que español, el 43,8%. Y por último una minoría que afirma ser solo español (3,1%) o más español que catalán (3,8%). Inmediatamente me vino a la memoria los cánticos de “Yo soy español, español, español” en la sede de Ciudadanos en la noche electoral, tras el triunfo agridulce de Inés Arrimadas, ganadora en votos y escaños pero sin apenas la menor posibilidad de formar gobierno.

Si es verdad lo que dice el CIS, entre los votantes naranjas habrá una mayoría de personas que compatibilizan sus dos identidades nacionales, cosa que también sucederá en la práctica totalidad de las formaciones, especialmente en PSC y CeC.

De hecho, en el postelectoral de las catalanas de 2015 hay un 70,9% de quienes dicen haber votado a Cs que se siente tan catalán como español, con un 10,5% solo español y otro 10,5% más español que catalán. Teniendo en cuenta que los naranjas han captado mucho voto del PP –que en ese post electoral tenía 58,7% de solo españoles o más españoles que catalanes-, a quien han causado una verdadera sangría de electores, es muy posible que en estas recientes elecciones se haya producido un corrimiento hacia posiciones más españolistas del conjunto del voto a Arrimadas en relación con 2015.

Hay que resaltar que el sentimiento identitario es mucho mayor entre los jóvenes, once puntos por encima de la media, como refleja la siguiente tabla.

Modelo autonómico

Otro tanto sucederá respecto a la percepción respecto al modelo autonómico: en 2015 los votantes de Cs, según el CIS, se mostraban favorables al mantenimiento del actual estatus (34,3%) pero aún más a la ampliación del autogobierno (35,5%), lo que también se modificará por la llegada de votantes más propensos a recortes autonómicos.

Otra cosa curiosa del preelectoral del CIS es que se considera nacionalista catalán solo el 37,4% de la muestra. Dato notablemente inferior al postelectoral del 2015 (46,8%), once puntos menos. Eso supone que, probablemente, el voto a los partidos soberanistas no está compuesto exclusivamente de nacionalistas, sino que se ha ido alimentando de sectores disconformes con el trato a Cataluña por parte del Gobierno central y que no coinciden con el tradicional votante de CiU o ERC. Elemento significativo para identificar los problemas y las posibles soluciones.

El postelectoral que publicará a comienzos de 2018 el CIS sobre estos comicios autonómicos, convocados tras la aplicación del artículo 155, puede aclarar algunos de estos asuntos. Y confirmar que no todo es como parece o se cuenta.

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