San Emeterio y Dubljevic mantienen la maldición en Gran Canaria

San Emeterio.

Iván Alejandro Hernández

Las Palmas de Gran Canaria —

El anfitrión sigue sin poder ganar la Supercopa. La maldición esta vez tuvieron nombre y apellidos: Fernando San Emeterio (18 puntos), que lideró en el tercer cuarto para meter a los suyos en el partido, y Bojan Dubljevic (16 puntos, 7 rebotes y 23 de valoración), que hizo lo propio en la recta final para consumarlo. Mención a parte merece Green, vital en su duelo final con el campeón de triples Markus Eriksson: metió 6 de los 8 puntos que anotó en todo el encuentro con dos tiros seguidos del exterior a segundos del final, replicando al alero sueco del Granca. Y ganó el MVP.

Los dos equipos entraron al partido con la intención de hacerse fuertes en defensa y de ahí prosperar en ataque, sin acierto en los primeros compases. Tras una serie de fallos, el primero en disparar fue Pleiss, pero McKissic respondía rápido de bandeja con un jugadón. El toma y daca fue la tónica dominante en un primer cuarto que finalizó 13 a 13.

Pero en la reanudación los claretianos, empujados por un público totalmente entregado, ensordecedor, empezaron a abrir brecha. Paulí anotaba su segundo triple nada más recomenzar. Al Valencia le costaba horrores anotar, perdiendo posesiones o encestando sobre la bocina, mientras los locales seguían despegandose en el marcador. Oliver, con una defensa de dos encima sobre la línea de fuera, conseguía zafarse y anotar un triple increíble para ponerse 21 a 15 y levantar a todo el Arena. No contento con ello Paulí seguía sumando de dos y Vidorreta pedía tiempo muerto. Empezaba a sufrir.

Eriksson hacía más sangre de dos para poner un parcial de 12 a 2. Pablo Aguilar se estrenaba, Báez continuaba de dos y el ganador del concurso de triples la enchufaba en su especialidad para conseguir la mayor ventaja del encuentro hasta el momento (+15). Dubljevic frenaba la sangría y Green aparecía. Al descanso la ventaja se reducía a los nueve puntos (32-23).

El segundo cuarto fue amarillo, pero el tercero se lo apropió el Valencia Basket con un San Emeterio excelso. A pesar de entrar con un triple de McKissic, el conjunto taronja llegó a sumar un parcial de 3 a 14.

Un festival del alero taronja, con 14 puntos en el tercer cuarto puso en el marcador en un 39-44 que daba la vuelta al partido, aunque el Gran Canaria no bajó los brazos y el granadino Pablo Aguilar igualó el choque con un triple y una canasta para júbilo de la parroquia local (44-44).

El israelí Gal Mekel amplió el parcial a 7-0 (46-44) ante un pabellón que volvió a rugir ante el resurgir del Herbalife, pero apareció la mejor versión del gigante alemán Tivor Pleiss y el Valencia cerró el minuto 30 dos arriba (46-48).

En el último cuarto, el montenegrino Dubljevic volvió a asumir galones (46-50) y el estadounidense Eric Green puso la máxima renta de su equipo (46-52). Tiempo muerto de Casimiro y entraba Oliver, que no conseguía encontrar el camino. Un triple de Diot aumentó la sangría local (48-55).

En los últimos cinco minutos, con siete abajo (52-59), los anfitriones buscaron cambiar la dinámica y el norteamericano Luke Fischer convirtió un 2+1 para mantener la ilusión (55-59). Sin embargo, Dubljevic emergió como la solución ofensiva del Valencia Basket y se erigió como un coloso en las dos canastas para cercenar casi todas las esperanzas de los isleños.

Baez acortó a cuatro puntos a falta de 2.30 (57-61) y Eriksson lo estrechó aún más con un triple lejano haciendo gritar a todo el pabellón ¡sí se puede! (60-61). Tras alternarse Green y Eriksson en la anotación, Dubljevic sentenció desde los tiros libres (63-67) y Sastre machacó el triunfo en el último suspiro (63-69), para poner el colofón.

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