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Sobre este blog

Adiós a las armas nace con el objetivo de contribuir a la construcción de un mundo más seguro, a través de la cultura de paz y el desarme, desde la investigación y difusión de los efectos perversos del militarismo y el armamentismo, prestando especial atención al comercio de armas, la financiación de las armas, el gasto y presupuestos militares, las fuerzas armadas, la industria militar, la Investigación y Desarrollo (I+D) de armamento, las operaciones militares en el exterior, con especial atención en el Estado español; también hacemos análisis de conflictos armados, el militarismo y armamentismo mundial y de las doctrinas de seguridad y defensa de España, la UE y la OTAN.

Adiós a las armas es un blog coral en el que escribimos investigadoras y colaboradoras del Centro Delàs de Estudios por la Paz, pero dónde también se pueden encontrar artículos firmados por autoras que hacen una lectura de los conflictos y las relaciones internacionales incorporando un análisis crítico desde la cultura de paz y la no-violencia.

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Contra las bases de Okinawa

Pere Brunet

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Sobre este blog

Adiós a las armas nace con el objetivo de contribuir a la construcción de un mundo más seguro, a través de la cultura de paz y el desarme, desde la investigación y difusión de los efectos perversos del militarismo y el armamentismo, prestando especial atención al comercio de armas, la financiación de las armas, el gasto y presupuestos militares, las fuerzas armadas, la industria militar, la Investigación y Desarrollo (I+D) de armamento, las operaciones militares en el exterior, con especial atención en el Estado español; también hacemos análisis de conflictos armados, el militarismo y armamentismo mundial y de las doctrinas de seguridad y defensa de España, la UE y la OTAN.

Adiós a las armas es un blog coral en el que escribimos investigadoras y colaboradoras del Centro Delàs de Estudios por la Paz, pero dónde también se pueden encontrar artículos firmados por autoras que hacen una lectura de los conflictos y las relaciones internacionales incorporando un análisis crítico desde la cultura de paz y la no-violencia.

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El pasado 24 de noviembre, en el salón de crónicas del Ayuntamiento de Barcelona, los activistas no-violentos de Okinawa que llevan años luchando contra la base militar de Futemna y contra la construcción de las nuevas bases de Henoko y Nago recibieron el premio Séan MacBride por la Paz 2017 de manos de los responsables del IPB (*). El comité de activistas de Okinawa ha luchado sin desfallecer y durante décadas contra las bases militares y contra todas las violaciones sociales, políticas y ambientales que éstas han generado.

La historia de las bases en Okinawa empieza en 1945, poco después de los terribles bombardeos de Hiroshima y Nagasaki, cuando la isla de Okinawa, al sur de Japón, quedó bajo control de Estados Unidos. Aunque Japón logró la independencia con el Tratado de Paz de San Francisco de 1951, los Estados Unidos continuaron controlando la isla. Luego, en 1972, y mientras Estados Unidos oficialmente devolvían Okinawa al Japón, se firmaba un tratado secreto entre Washington y Tokio que autorizaba que las bases militares de Estados Unidos continuaran funcionando sin problemas bajo su control. Y así lo han hecho hasta ahora.

Las bases estadounidenses de Okinawa ocupan la quinta parte de la superficie de la isla y acogen el grueso de las fuerzas estadounidenses en Japón (el 74%). La población ha sufrido infinitos delitos cometidos por los militares y miembros de las bases, y las residentes son a menudo víctimas de actos violentos y violaciones. Los que viven cerca de las bases militares también se quejan de la contaminación acústica, de la contaminación marina, del riesgo de accidentes y de la imposición de un modo de vida americano que incluso se hace patente con la invasión de restaurantes de “fast food”. Los habitantes han sido privados de su modo de vida japonés y son además víctimas de una continuada violencia.