“Party Girl” muestra las contradicciones de una prostituta envejecida

La cineasta francesa Claire Burger ha declarado hoy que su película “Party Girl”, que compite en el Festival Internacional de Cine de Gijón, muestra las contradicciones de una prostituta envejecida “sin caer en la tentación de los prejuicios”.

“Es un relato humano sobre la toma de decisiones personales que condicionan la vida, en las que siempre algo se gana y algo se pierde”, ha dicho la codirectora en una rueda de prensa en la que ha presentado el largometraje.

“Party Girl”, codirigida junto a sus compatriotas Samuel Theis y Marie Amachoukell, se basa, en parte, en la historia real de la madre de Theis, Angélique Litzenburger, que se interpretó a sí misma, aunque “no todo lo que se cuenta es verdadero” y muchos de los acontecimientos reales han sido novelados, ha explicado la directora.

La película ha sido seleccionada a concurso en la sección oficial del Festival de Gijón tras haber ganado el Premio Ensemble y la Cámara de Oro del último Festival de Cine de Cannes y ha sido aplaudida hoy en el pase para el jurado y la crítica especializada.

Con 60 años, Angelíque trabaja aún en un cabaré de la ciudad francesa de Forbach, a 15 kilómetros de la frontera con Alemania, donde en sus tiempos de juventud ha sido bailarina y ahora se dedica a hacer beber a los parroquianos.

Amante de las fiestas y de los hombres, con un pasado dedicado a “vivir de la seducción”, un cliente enamorado le propone matrimonio y con él la “posibilidad de recuperar y reconciliarse” con sus cuatro hijos a los que no ha criado.

La protagonista se enfrenta la decisión de dejar su mundo, en el que ha vivido la mayor parte de su vida, para casarse con un hombre que no le resulta atractivo y con el que “no tiene química”, pero que le abre las puertas a recuperar las cosas perdidas de su pasado.

La codirectora ha dicho que la “falta de química” entre Angélique y su flamante esposo Michel, interpretado por Joseph Bour, “era algo fundamental para la trama y por tanto tenía que ser captado de inmediato por los espectadores”.

“El hecho de que ya en el casting, el actor Joseph Bour no le gustara nada a Angelíque ayudó bastante para que ese sentimiento de rechazo se trasladara a la pantalla”, ha dicho Caire Burger.

La cineasta ha asegurado que los tres directores, con los que ha trabajado anteriormente en otras producciones, buscaron casi como una “obsesión” que los personajes fueran “auténticos y espontáneos”, por lo que dejaron un amplio margen a la improvisación.

También la forma en que se ha empleado la cámara, las posiciones y encuadres, como la iluminación estuvo orientada a “dar un aire de documental”, con la intención de “reforzar la credibilidad” de la historia.

Burger ha dicho que “no fue nada difícil” convencer a la madre de Theis para que se interpretara a ella misma, porque antes ya habían rodado un cortometraje con ella y “estaba ilusionada”.

“Se decepcionó un poco porque la película tardó en rodarse cinco años y ella estaba preocupada porque se iba haciendo cada vez más vieja, pero al final quedó satisfecha con el trabajo”, ha narrado la cineasta gala.

Es una película sobre la vida de una persona que, como cualquier otra, tiene que tomar decisiones que le condicionan, pero no un alegato feminista ni moralista ni tampoco una toma de posición sobre la prostitución, ha añadido.

Burger ha explicado además que se quiso dar un ambiente sonoro de ruido, de música y de muchas palabras para recrear el ambiente de fiesta que cada noche se vivía en el salón donde trabajaba Angélique.

Además “hemos buscado mostrar el bilingüismo” que se produce en esa zona fronteriza, donde el francés esta influenciado por el alemán, ha explicado.

“Party Girl” ha sido la última película que harán juntos Calire Burger, Samuel Theis y Marie Amachoukell, porque el grupo “ha decidido separarse” para empezar a desarrollar sus carreras en solitario.