El Banco Central de Brasil indica que los bajos intereses dependen de las reformas

El Banco Central de Brasil indicó hoy que la política de bajos intereses que propicia desde el año pasado y que llevó la tasa de referencia en el país a mínimos históricos de 7 % puede continuar, pero en función de la aprobación de reformas que impulsa el Gobierno.

Esa perspectiva coincide con las proyecciones de los analistas del mercado financiero privado, entre los que existe consenso en torno a la posibilidad de que la tasa de referencia sea reducida al 6,75 % el próximo enero.

En el acta de una reunión que el Comité de Política Monetaria del Banco Central tuvo la semana pasada y que fue divulgada hoy por la institución, ese grupo indicó que, “bajo la perspectiva actual”, una nueva reducción “moderada” de los intereses es “factible”.

Sin embargo, recomendó “cautela” en esas decisiones, sobre todo porque pudiera haber una “frustración” si algunas de las reformas estructurales que ha propuesto el Gobierno del presidente Michel Temer no llegaran a ser aprobadas en el Congreso.

Entre esas reformas, la de mayor calado propone endurecer las condiciones para el acceso a las jubilaciones y pensiones, a fin de reducir el histórico déficit del sistema de previsión social, que es uno de los factores que más presionan las cuentas fiscales.

El Gobierno ha emprendido una ofensiva política en las cámaras legislativas a fin de que esa reforma pueda ser aprobada al menos en la Cámara de Diputados este mismo año, con la meta de que la materia sea analizada por el Senado en el primer trimestre de 2018.

Sin embargo, la reforma enfrenta una cierta resistencia hasta en sectores de la coalición de Gobierno, que temen el impacto que pueda tener una normativa claramente impopular en las elecciones de 2018, en las que además de ser elegido un nuevo presidente serán renovadas las cámaras legislativas.

Según el acta difundida hoy por el Banco Central, “la aprobación e implementación de las reformas, y en especial las de naturaleza fiscal, es fundamental para la consolidación de un ambiente con inflación baja y estable”, que permitiría el “funcionamiento pleno de la política monetaria y una nueva reducción de los intereses”.