Brasil puede crecer en el primer trimestre de 2017, dice el ministro de Hacienda

La economía brasileña, que afronta una grave recesión desde hace dos años, puede volver a crecer en el primer trimestre de 2017, aunque el Gobierno no trabaja aún con esa posibilidad, afirmó hoy el ministro de Hacienda, Henrique Meirelles.

“Existe esa posibilidad, pero sin mucha certeza, de que la economía comience a recuperarse ya en el primer trimestre”, afirmó en una rueda de prensa el ministro, quien mantuvo la proyección del Gobierno de que el producto interior bruto (PIB) crecerá en 2017 tras dos años de contracción.

El Ministerio de Hacienda revisó en noviembre pasado su proyección del crecimiento del PIB el próximo año y ahora espera un aumento del 1,0 % y no del 1,6 % como calculaba inicialmente.

Los economistas del mercado financiero proyectan para el próximo año un crecimiento de sólo el 0,58 %.

De confirmarse ese pronóstico, será un alivio para la mayor economía sudamericana, que sufrió una contracción del 3,8 % en 2015, su peor resultado en 25 años, y, según las últimas previsiones, caerá otro 3,5 % en 2016, con lo que encadenará dos años seguidos de decrecimiento por primera vez desde la década de 1930.

De acuerdo con Meirelles, como las previsiones trimestrales son muy “volátiles”, el Gobierno no se compromete aún con un crecimiento en el primer trimestre de 2017, aunque sí espera que la economía comience a recuperarse en los primeros meses del año.

“Cuando la economía cae mucho, incluso aunque crezca mucho al año siguiente, la comparación es de promedio con promedio. Cuando la economía parte de un punto de comparación muy bajo, el promedio puede estar casi igual al del año anterior. Pero si comparamos el último trimestre de 2017 con los últimos tres meses de 2016 es probable que tengamos un crecimiento del 2,0 %”, afirmó.

Tras citar las duras medidas de ajuste fiscal impulsadas por el presidente Michel Temer, Meirelles dijo que el Gobierno trabaja para recuperar la economía, pero que no puede adoptar medidas mágicas para lograrlo.

“El Gobierno no está de manos atadas. Pero lo que no hace y no hará es adoptar prácticas que no funcionaron en el pasado. En economía no hay magia. No vamos a hacer movimientos artificiales que pueden dar algún resultado provisional pero que terminarán aumentando las distorsiones en la economía”, afirmó.

Además de la enmienda constitucional que congeló el aumento de los gastos públicos en los próximos 20 años, el Gobierno de Temer presentó a consideración del Congreso una profunda reforma al sistema de pensiones y también se propone reformar el modelo laboral.

A las medidas estructurales para reequilibrar las cuentas públicas, el Gobierno sumó algunas medidas concretas para impulsar el crecimiento y el consumo, como la que permite a los comerciantes ofrecer descuentos a quienes paguen en efectivo.

“Tenemos que entrar en un ciclo de crecimiento para que la dinámica de la economía pueda cambiar”, afirmó.