João Portugal Ramos, el hombre que situó al vino portugués en el mapa mundial

João Portugal Ramos (JPR), referencia del vino portugués en todo el mundo, cumple 25 años de carrera y lo hace con el reconocimiento de los mayores expertos a unos vinos que él define, en una entrevista a EFE, como “armoniosos” y “equilibrados”.

Marquês de Borba, Duorum, Tons de Duorum, Vila Santa, Quinta da Viçosa, Loios, Estremus o Pouca Roupa son solo algunas de las marcas con las que JPR ha conquistado los paladares de los portugueses pero también de brasileños, estadounidenses, suecos, angoleños, belgas, chinos, brasileños o canadienses, entre otros.

De hecho, exporta cerca del 60 % de su producción a esos países y, en menor medida, a latinoamericanos como República Dominicana, Colombia, Perú o México, aunque reconoce que le cuesta más entrar en esa región porque “ahí España es muy fuerte”.

Con una producción de 6 millones de litros, un volumen de negocio de 18 millones de euros en 2016, el grupo que lleva su nombre espera un crecimiento de entre el 5 y el 10 % este año.

Ha ganado numerosos premios y reconocimientos, el último el mes pasado, de parte de la revista del crítico estadounidense Alan Parker, “The Wine Advocate”, una publicación que dicta las tendencias mundiales y guía a los amantes del vino de los cinco continentes.

En su edición de agosto, nueve de sus vinos superaron los 90 puntos en una escala de 0 a 100.

Antes de lanzarse a la producción, JPR triunfó como enólogo y consultor en numerosas bodegas hasta el punto de que los expertos dicen que ha sido él quien ha puesto cara al vino portugués.

No se atreve a elegir uno de sus caldos porque tiene “un porfolio muy rico, muy variado”, y cree que “los vinos se adaptan a las ocasiones”.

Lo que sí tiene claro es que son vinos equilibrados y “una referencia de calidad” en cada una de las regiones en las que se producen.

“Huelen a lo que saben y saben a lo que huelen”, es decir, que “cuando hueles el vino, no te decepciona en la prueba, sigue en la misma línea”, aclara.

Los expertos le atribuyen también el hecho de haber alterado el concepto de calidad del vino en Portugal y él asume que “tal vez haya ayudado a cambiar el paradigma de consumo”.

La razón está en que antiguamente se embotellaba muy tarde el vino porque se pensaba que así ganaba cuando en realidad, añade, el resultado eran vinos “un poco caídos, con fruta ya no muy evidente y, a veces, con taninos un poco más secos”

El gran cambio en el consumo se produjo al hacer vinos “con fruta inmediata, madura y taninos más suaves”.

Hoy en día “no conozco ninguna región en Portugal donde no se pueda hacer un buen vino, todas tienen un enorme potencial” y el país cuenta con una “riqueza enorme de terroirs”.

Además de Portugal, España, Italia y Francia son los que llama los “cuatro grandes productores de vino” en términos de calidad y donde está “enraizada fuertemente la cultura del vino, la cultura de diferenciación y del 'terroir'”.

Después hay muchos países emergentes que, opina, también hacen buenos vinos aunque no tienen esa cultura “que está enraizada en nosotros, generación tras generación”.

“Para nosotros beber vino, es adaptar un producto alimentario a nuestra llamada dieta mediterránea (...), estamos muy habituados a beber con las comidas”, explica.

Los nuevos países consumidores “buscan más vinos para consumir fuera de las comidas, cuando nosotros fuimos educados a beber vino en la comida, es ahí donde creemos que el vino evidencia sus cualidades y su diferenciación”.

Para conmemorar sus 25 años, JPR lanzará su primer vino ecológico y, de cara al futuro, su objetivo es consolidar los proyectos ya en marcha.

“Nunca estoy satisfecho con los vinos que tengo, creo que todos los años podemos hacerlo mejor. El no estar satisfechos nunca con una cosecha, es lo que más nos mueve”, dice.

De ahí que el elogio que más le gustaría escuchar es “la constatación del consumidor de que los vinos de nuestro grupo son constantemente buenos”. “Constancia de calidad, para mí es lo más importante”, concluye.