Los maquinistas alemanes inician una huelga de cuatro días en el transporte de viajeros

Los maquinistas de la compañía alemana de ferrocarriles Deutsche Bahn (DB) han iniciado una huelga de cuatro días como medida para presionar en las negociaciones de su convenio colectivo.

El paro, que comenzó a las 14.00 GMT de ayer en el transporte de mercancías, se extendió a la 1.00 GMT de hoy al de viajeros y se prolongará hasta el próximo lunes a las 3.00 GMT.

La compañía habló esta mañana de “importantes restricciones” en el transporte de pasajeros y advirtió a los viajeros de cancelaciones y tiempos de espera prolongados.

DB espera poder cubrir con un plan de emergencia un tercio de los trenes en las líneas regionales en el oeste y norte del país, en el sur incluso un 40 %, mientras que en el este, donde el sindicato de maquinistas GDL está mejor organizado, sólo entre el 15 y el 30 % del servicio habitual.

En tanto, los trenes de cercanías en Múnich, Núremberg, Stuttgart y la región del Reno y el Meno circulan cada hora, en Berlín y Hamburgo incluso cada 20 minutos.

Los trenes circulan “con menor frecuencia, pero de forma estable”, comunicó la compañía, que se apoya en los maquinistas funcionarios, que no tiene derecho a huelga.

También los automovilistas y camioneros se verán afectados a más tardar el fin de semana por la huelga y podrían encontrarse con una situación de escasez de combustible en algunas gasolineras, dado que parte del transporte de mercancías pasará a realizarse por carretera y también al mayor uso del coche, advirtió el sector logístico.

Las refinerías están teniendo problemas incluso para suministrar a las gasolineras, subrayó Gunnar Gburek, de la Confederación de gestión de materiales, compra y logística, en declaraciones a la emisora MDR Info.

“A más tardar el domingo o el lunes” habrá problemas y en algunos sectores “en cualquier caso, habrá retrasos en la producción”, agregó.

En tanto, el anterior presidente del sindicato GDL, Manfred Schell, criticó nuevamente el rumbo emprendido por su sucesor, Claus Weselsky, a quien acusó de “poner su egoísmo por encima de todo”.

“Ir a la huelga casi cien horas es entrar en una nueva dimensión. No creo ni siquiera que está acción aporte algo”, declaró Schell a la edición digital del semanario “Focus” y subrayó que “es necesario llegar a un compromiso”.

Se trata de la sexta huelga convocada por el sindicato de maquinistas en los últimos tres meses y la de mayor duración que sufre la compañía en los últimos veinte años.

Además de exigir que el convenio incluya a otros profesionales -como los revisores y el personal de los vagones restaurante-, el GDL, que representa a los 20.000 maquinistas, aspira a un incremento salarial del 5 % para un periodo de dos años y una reducción de la semana laboral en dos horas.

La víspera, la canciller, Angela Merkel, había apelado a la “conciencia y la responsabilidad colectivas” de los maquinistas y subrayado que las huelgas, “que constituyen una posibilidad más en las negociaciones de un convenio colectivo, deben ser proporcionadas”.

En tanto, el ministro de Transportes, el socialcristiano bávaro Alexander Dobrindt, instó a DB a llevar a juicio la huelga de maquinistas.