Ya hay una justificación a una decisión eclesiástica. Los párrocos de la iglesia de San Nicolás de Bari, en Vitigudino (Salamanca), “Paco, Ángel y José Antonio”, se han retratado. Y no solo lo han hecho en la persona de María del Carmen –a la que no dejaron ser mayordoma por “vivir en pecado”, es decir, vivir con su pareja sin estar casada-, sino que lo han dejado por escrito.
En la Hoja Parroquial, a la que ha tenido acceso La Meseta, del día 27 de julio, cuando prohibieron a María del Carmen ser mayordoma, los tres sacerdotes publican un extenso artículo que titulan “Parejas de hecho y católicos divorciados vueltos a casar, su relación con la Eucaristía”. Un texto en el que quedan retratados, en el que muestran su opinión sobre las parejas de hecho unidas a algunos textos promovidos por la Iglesia.
Y lo comienzan justificando los motivos del artículo: “ante la proliferación, por desgracia, cada vez más frecuente de bautizados que deciden de mutuo acuerdo llevar una vida familiar sin ningún tipo de compromiso civil (uniones libres o parejas de hecho), o simplemente regularizando su unión conyugal con un contrato civil (matrimonio civil)”.
Los tres sacerdotes ya son conocidos en la provincia salmantina por opiniones o acciones que sorprenden por su lejanía con la realidad. Han mostrado su opinión, en diversas ocasiones, por bautizos de hijos de parejas de hechos o por comuniones de niños cuyos padres no frecuentan la Iglesia.
Pero en la Hoja Parroquial van más allá cuando dicen que las “uniones libres” o “parejas de hecho”, a las que definen como situaciones, “ofenden la dignidad del matrimonio” y, también, “destruyen la idea misma de la familia” o “debilitan el sentido de la fidelidad”.
Además, describen esas “situaciones” como “contrarias a la ley moral”. Y añaden que el “acto sexual debe tener lugar exclusivamente en el matrimonio”, pues fuera de él “constituye siempre un pecado grave y excluye de la comunión sacramental”. En este sentido, apuntan que la “unión carnal” solo es moralmente legítima cuando se ha instaurado una comunidad de vida definitiva entre el hombre y la mujer“.
El final del artículo de los tres párrocos de Vitigudino es justificativo, es decir, tratan de explicar los motivos de esa Hoja Parroquial: “ante la aparición de situaciones irregulares, cada vez más frecuentes” le ha llevado a presentar a los fieles de la localidad salmantina sus “orientaciones”. Y todo ello con la intención de que se tengan en cuenta “sin someternos a la mentalidad relativista de la cultura actual que nos induce a pensar y a actuar como si Dios no existiera y donde cada uno se convierte en el tribunal supremo de sus actuaciones morales”.
