Castro Urdiales y Torrelavega participan en el concurso de Cementerios de España 2017

El concurso está convocado por la revista 'Adiós cultural' y el jurado calificador decidió el 28 de junio los 33 finalistas del certamen de 2017 tras estudiar y valorar todas las candidaturas que se han presentado.

A partir de hoy, 3 de julio, comienza en www.revistaadios.es la votación popular. A esta cuarta edición se han presentado 80 candidaturas de 45 localidades distintas pertenecientes a 12 comunidades autónomas y 23 provincias.

Junto a la Ballena de Castro Urdiales, en la categoría de 'Mejor cementerio' 2017, han resultado finalistas los de Dumbría (A Coruña), Luarca (Asturias), Olius (Lérida), Lloret de Mar (Gerona), Villaluenga del Rosario (Cádiz), Olvera (Cádiz), Casabermeja (Málaga), Teguise (Lanzarote) y Sumacárcer (Valencia).

Y en la de 'Mejor actividad de puertas abiertas' además de Torrelavega compiten Avilés (Asturias), Abaurrea Alta (Navarra), Granada, Frailes (Jaén), Monturque (Córdoba), Zaragoza, Montjuic (Barcelona), Poble Nou (Barcelona) y Lugo.

Otras categorías y finalistas son 'Mejor monumento', al que optan Masnou (Barcelona), Bolvir (Gerona), Villaluenga del Rosario (Cádiz), Monturque (Córdoba), Aznalcollar (Sevilla), Alcantarilla (Murcia), y Abaurrea Alta (Navarra).

Y 'Mejor iniciativa medioambiental', que decidirá un jurado de expertos presididopor el naturalista Joaquín Araújo entre las candidaturas de Valencia, Olius (Lérida), Abaurrea Alta (Navarra), Teguise (Lanzarote), Zaragoza y Prat de Llobregat (Barcelona).

Con respecto al premio a la 'Mejor historia documentada' el jurado ha determinado que ninguna de las candidaturas cumplía las bases por lo que ha quedado desierto.

CASTRO

El cementerio de Castro Urdiales está declarado Bien de Interés Cultural, es uno de los ejemplos más notables de la arquitectura funeraria española y representa un modélico ejemplo de actuación urbanizadora. Reúne un conjunto de monumentos funerarios de excepcional calidad, en diferentes estilos como el neóclasico, eclecticismo, neomedievalismo, modernismo, gótico, art decó, etcétera.

La ubicación del cementerio es espectacular, se trata de un enclave elevado sobre el mar, como una pequeña península, dotado de las mejores condiciones territoriales para que estuviera “bien ventilado” y no pueda dañar “la salud pública”, en palabras de la época.

Es un cementerio-museo, encuadrado dentro de la tipología típica del denominado “cementerio marítimo” que forma un grupo especial, concebido como un elemento pintoresco del paisaje natural que parece asomado al mar. Formó parte del ensanche urbanístico local de fines de siglo XIX, con una estructura urbana que se distribuye en manzanas y calles, “mímesis” de la ciudad de los vivos.

El proyecto lo diseñó el arquitecto provincial Alfredo de la Escalera en 1885, con un estilo ecléctico, caracterizado por rememorar el lenguaje clásico, que ha sido el estilo dominante, y que se aplicó en la construcción de capillas funerarias, panteones y nichos.

En su paisaje se acumulan perspectivas de elementos verticales como pináculos, chapiteles, torres, cruces etcétera, de pequeños cuerpos arquitectónicos que son los panteones, y el recurso de las distintas calles arquitectónicas que se dirigen a los cipreses y a la vegetación en general.

En este cementerio aislado del mundo de los vivos, se impone por su teatralidad, como un elemento importante en el discurso social de la época.

Entre las paredes del Cementerio de Ballena descansan los restos de personajes ilustres de la historia local, regional y nacional, como el arquitecto regionalista Leonardo Rucabado y el gran músico y compositor Arturo Dúo Vital.

TORRELAVEGA

En cuanto a la actividad de Torrelavega, consiste en la difusión la historia y del patrimonio funerario que se inició en 2015. Basada en la colaboración público-privada (Ayuntamiento de Torrelavega como propietario del cementerio y FUNCANTABRIA como empresa organizadora y patrocinadora), es una iniciativa pionera en la región.

Buscar acercar la historia de la ciudad a través del descubrimiento de la vida de los personajes ilustres que la habitaron, y que en muchas ocasiones dieron su nombre a las calles y plazas de Torrelavega.

Ha sido una oportunidad para que muchos vecinos descubran el sentido de la denominación de la calle donde viven, e incluso, cual es el nombre del cementerio, puesto que siempre se ha conocido como el Cementerio de la Llama, y por ello hemos recuperado su nombre original, Geloria, que a raíz de la iniciativa, empieza a extenderse en el lenguaje local.