La plantilla sanitaria confiesa su “miedo” por el ébola: estas son las razones

Nervios y miedo. Esas sensaciones son las que perciben sindicatos como ELA y SATSE entre la plantilla del Complejo Hospitalario de Navarra al valorar cómo marchan las medidas de formación sobre el ébola. La delegada de ELA Arantxa Elgoibar cree al Gobierno Foral le ha podido la “precipitación” al organizar las charlas y, por ello, considera que ha faltado más comunicación con la plantilla, que percibe que todo va demasiado deprisa y sin profundizar en cuestiones como, por ejemplo, cómo deben ponerse y quitarse los buzos. Y de ahí que valore que, pese al agobio habitual que acompaña a este tipo de crisis sanitarias, este no se haya apaciguado en Navarra porque “la desinformación hace que te sientas desprotegido”.

El representante del Sindicato de Enfermería, Joaquín Fernández, comparte esta valoración. Lamenta que muchas de las medidas formativas planteadas sean una respuesta a la presión de las propias organizaciones sindicales, pero espera mejoras. La Administración, preguntada por esta posibilidad, por el momento guarda silencio. Pero una nueva oportunidad para reducir esta preocupación entre la plantilla tendrá lugar este viernes, cuando volverá a reunirse el Comité de Seguridad y Salud para abordar estos problemas. Hace dos semanas, también tras la presión de los sindicatos, el Gobierno Foral anunció cambios en el protocolo del ébola y un calendario de sesiones formativas (primero, una explicación del protocolo y, después, talleres a profesionales sobre cómo ponerse los buzos, que luego debían explicar al resto de trabajadores cómo hacerlo). Desde SATSE esperan que haya mejoras para enmendar estos errores; estos son los principales.

Dos kits por ambulatorio

Esta misma semana, en la explicación del protocolo del ébola a los responsables de Atención Primaria, la Administración adelantó que se había procedido al envío del nuevo kit para atender posibles casos de ébola a los ambulatorios, después de que el primero se criticara por aprovechar material (en concreto, las gafas) facilitado en su día para la prevención de la gripe aviar. En esta cita, se anunció que habrá dos kits por centro, incluyendo los ansiados buzos que, aunque en principio no serían necesarios, había solicitado la plantilla sanitaria. Sin embargo, desde colectivos como el de Enfermería creen que dos buzos no son suficientes, si con ellos además hay que hacer las prácticas sobre cómo colocárselos.

Falta de comunicación

Elgoibar critica que el personal de la planta E2 (Neurología en el Hospital de Navarra, donde también se atiende a afectados por Ictus), se enterara por los medios de comunicación de que iba a acoger dos nuevas habitaciones, además de la ya instalada en el Virgen del Camino (la habitación 520), para recibir a pacientes sospechosos de tener ébola. Fernández lamenta que esta decisión, aunque estaba tomada al menos desde agosto, no se comunicara a la plantilla afectada hasta mediados de este mes de octubre.

Aún no se ha desalojado una planta

Otra de las quejas del personal de E2 es que, a diferencia por ejemplo del Carlos III de Madrid, en Navarra todavía no se ha liberado una planta para atender estos casos sospechosos. No se descarta esta posibilidad, pero en principio se adoptará en caso de producirse un caso en investigación. Sin embargo, desde SATSE creen que esta decisión ya debería estar organizada: “Igual lo han hecho y está planificado, pero al menos no lo han comunicado”.

Formación sin demasiado tiempo para ensayos

La plantilla del E2 tiene varias quejas en torno a la formación. Primero hubo una charla más teórica sobre el protocolo y, después, otra práctica sobre cómo colocarse los trajes. Sin embargo, desde ELA aseguran que en esa primera parte, que corrió a cargo del Instituto de Salud Laboral, se leyó un documento sin prácticamente tiempo para preguntas. “Eso, en lugar de poner las cosas más fáciles, al final asusta a la plantilla”, lamenta Elgoibar.

Y, en la segunda, las enfermeras por ejemplo solo tuvieron tiempo para ponerse el traje una vez, explican desde SATSE. Otra duda, además, es que este segundo taller corrió a cargo de los técnicos de Prevención del propio Sistema Navarro de Salud, recientemente formados para este fin. Es decir, que no son especialistas. Y Elgoibar expone que “para poner o quitarse un buzo, se necesita más práctica, se requiere una habilidad”. Y duda de que eso pueda solucionarse con estos talleres. Al final, el personal no se habitúa a ellos, empieza a sudar en poco tiempo y, en algunos casos, siente agobio, casi claustrofobia.

Falta de voluntarios

Esta situación es una razón más para que, según apuntan las mismas fuentes, al menos hasta este martes se pidieran voluntarios para recibir más formación y conformar un equipo para tratar este tipo de casos y solo se ofreciera una persona. Desde SATSE creen que debería insistirse en esta posibilidad, ya que permitiría conformar un equipo especializado al que plantear nuevas medidas de formación. Por mucho que, tras la curación de Teresa Romero, España se haya declarado libre de ébola, estos sanitarios piden mejores medidas porque serán los encargados de hacer frente a casos sospechosos.