Agencias humanitarias lanzan una cartilla para los refugiados en el Líbano

Varias agencias humanitarias internacionales anunciaron hoy el lanzamiento de una cartilla electrónica conjunta para entregar ayuda humanitaria a 900.000 refugiados sirios en el Líbano y a libaneses “vulnerables”.

La tarjeta será emitida conjuntamente por el Programa Mundial para la Alimentación (WFP), el Fondo para la Infancia de las Naciones Unidas (Unicef), el Comisionado de la ONU para los refugiados (ACNUR) y la Organización Lebanon Cash Consortium (LCC).

Los representantes de dichas Agencias aseguraron hoy en Beirut, durante una ceremonia, que la tarjeta permitirá tener acceso a la alimentación, mantener a los niños en las escuelas, protegerse del invierno desde noviembre hasta marzo y obtener dinero en caso de extrema necesidad.

Se trata de la primera tarjeta de este tipo, que comenzó a ser distribuida el 1 de diciembre tras la firma de un acuerdo de entendimiento entre dichas agencias, que anteriormente entregaban sus propias tarjetas a los refugiados.

Salam Aitoum Muneim, miembro de Unicef, afirmó a Efe que dicha tarjeta “facilitará la vida de esas personas, ya que tendrán que hacer menos trámites para obtener ayuda”.

“Unicef trabaja especialmente para apoyar a los niños refugiados sirios y libaneses vulnerables para que sus padres los mantengan en el colegio y no los envíen al mercado laboral”, dijo.

Las personas seleccionadas podrán acudir a 480 negocios en el Líbano y retirar la ayuda que le ha sido destinada y, además, acudirán a varias sesiones de información para que sepan utilizar las tarjetas.

Ayer, la ONU afirmó que el 52 % de los más de 1,5 millones de refugiados sirios que residen en el Líbano sobrevive en la extrema pobreza, y casi el 96% sufre inseguridad alimentaria.

A esto se agrega que hay una población de 300.000 refugiados palestinos -278.000 que ya estaban y otros 31.500 huidos de Siria- a los que hay que auxiliar; y un millón y medio de libaneses pobres que también necesitan ayuda.

Para poder socorrer a estos tres millones y medio de personas, la ONU ha establecido un plan para el cuatrienio 2017-2020 para el que pide 2.800 millones de dólares.