Benjamin Millepied pretende “liberar la danza de sus convencionalismos”

El próximo director de danza de la Ópera de París, Benjamin Millepied, anunció hoy que intentará “liberar la danza de sus convencionalismos” y “popularizarla” durante su mandato, que empezará en septiembre de 2014, cuando sustituya a Brigitte Lefèvre.

“No existe ningún ballet en el mundo donde yo pueda desarrollar mi proyecto de libertad y apertura, excepto la Ópera de París. La capital francesa es una ciudad que lo acoge todo y lo respeta todo”, manifestó el artista, de 36 años y esposo de la actriz Natalie Portman.

El bailarín y coreógrafo francés se encuentra en la ciudad del Sena para presentar el espectáculo que ofrecerá su joven e innovadora compañía, L.A. Dance Project, en el Théâtre du Châtelet entre los próximos 23 y 25 de mayo.

Para esta primera oportunidad -que el director del Châtelet, Jean-Luc Choplin, espera que se repita “todos los años”- Millepied ha concebido “Reflections”, una pieza inédita y la primera que posee “la huella” del L.A. Dance Project ya que los bailarines han estado “más dirigidos que coreografiados”.

La esencia del colectivo que Benjamin Millepied fundó en 2011 es, precisamente, que los artistas sean “libres, creativos e independientes” para que “desborden entusiasmo” y puedan llevar adelante “una verdadera revolución de la danza”, declaró el creador en conferencia de prensa.

“Reflections”, que se convertirá en un estreno mundial la próxima semana, ha contado con la colaboración de la diseñadora visual Barbara Kruger y del músico David Lang, que también ha trabajado bajo un “espíritu comunitario” con el artista francés.

El programa del Châtelet fusionará, además, la pieza “Moving Parts”, también de Millepied, con las composiciones “Winterbranch”, del vanguardista estadounidense Merce Cunningham, y “Quintett”, del antiguo director del Ballet de Fráncfort, William Forsythe.

“La de Cunningham goza de cierta violencia emocional totalmente contraria al ballet formal, y la de Forsythe es un bonito contrapunto, una celebración de la vida a través de la simplicidad y la naturalidad”, explicó el bailarín.

Hijo de una profesora de danza africana y contemporánea, el francés comenzó a bailar y a andar “a la vez” e ingresó en el Conservatorio nacional superior de música y danza de Lyon a los 13 años. A los 24 fue elegido primer bailarín de la New York City Ballet, donde interpretó “casi todas” las obras de los directores George Balanchine y Jerome Robbins.

“No hecho de menos los escenarios. Como bailarín empecé extremadamente pronto”, aseguró. “Me he desligado de la rutina, sobre todo corporal, y cuando intento retomarla no aguanto ni dos semanas”, puntualizó.

Sin embargo, Millepied comentó que haber abandonado la danza a nivel físico le ha permitido asumir nuevos proyectos con una “vitalidad juvenil”, como su colaboración artística en la película “Black Swan” (Darren Aronofsky, 2010), en la que conoció a la que hoy es su mujer.

Entre esos proyectos alternativos se cuenta también su próximo trabajo al frente de la dirección artística de la Ópera de París a partir de septiembre de 2014, en la que pretende combinar la “energía estadounidense y la elegancia francesa”.

La experiencia con L.A. Dance Project le ha permitido a Millepied conocer al público de hoy en día, “amante del arte, la tecnología, la moda y la música”, al que intentará atraer hacia las salas de la Ópera parisina. También ha aprendido a trasladar la danza a espacios donde “no se la espera”, como Internet o el cine.

Sobre la compañía de más de 150 bailarines que conforma la Ópera de París, Millepied no tuvo más que elogios: “Son los mejores del mundo, una de las cosas que más admiro de ellos es la simplicidad de sus cuerpos, que les permite pasar de Edouard Lock a Nureyev”.