Cobo Calleja vuelve a las portadas dos años después de la operación Emperador

Dos años después de la operación Emperador, que finalizó con más de cien detenidos y registros en 120 locales de toda España, los furgones de Policía y los medios de comunicación han regresado al polígono Cobo Calleja de Fuenlabrada con motivo de una operación contra una trama india de blanqueo de capitales en la importación de productos.

Cobo Calleja es uno de los puntos donde se ha desplegado hoy esta actuación contra el fraude fiscal, que ha llevado a la Fiscalía Anticorrupción a ordenar la detención de 78 personas en Madrid, Cataluña, Extremadura, Comunidad Valenciana, Andalucía y Canarias.

A los implicados la Policía les imputa los delitos de blanqueo de capitales, contra la propiedad industrial, contrabando, falsedad documental, cohecho y delitos fiscales y contra la salud pública.

La irrupción de numerosos agentes de Policía Nacional en el polígono desde primera hora de la mañana ha vuelto a poner el foco informativo en este recinto ante la sorpresa de los trabajadores y clientes que esta mañana se acercaron a Cobo Calleja, donde se encuentran fundamentalmente naves de productos al por mayor.

Porque en Cobo Calleja, un polígono más conocido por la presencia de grandes comercios chinos, no hay demasiados locales regentados por indios, que en la zona gestionan comercios pequeños, según explica a Efe un proveedor.

Que hoy era un día excepcional en el recinto era obvio en la misma entrada del polígono, donde trabajadores y visitantes se han encontrado con tres furgones de Policía Nacional aparcados en la gasolinera del complejo.

En la calle Felipe Asenjo, varios trabajadores y un repartidor han explicado a Efe que se han producido en la zona dos registros a primera hora de la mañana.

Uno de ellos ha tenido lugar en una nave regentada por indios de la que nadie sospechaba, según ha relatado el repartidor, que pudiera estar llevando a cabo una actividad ilegal.

Y en el número 8 de la calle Bembibre, dentro de un gran almacén denominado China Center dedicado a todo tipo de productos, la Policía Nacional ha acudido a otro pequeño local regentado por ciudadanos de origen indio.

Frente a la puerta, dos coches de Policía han llegado al recinto a las once de la mañana y se mantenían aparcados frente a la puerta horas después.

En el China Center, que vende de textil a complementos, pasando por zapatos, marroquinería, artículos de electrónica, regalo y ferretería-, un responsable de seguridad ha explicado que esos ciudadanos tenían alquilados locales del almacén y ha confirmado que los investigadores han realizado registros en el interior.

Entre los trabajadores de los centros afectados, el mutismo ha sido la respuesta habitual a las preguntas de los informadores.

El regreso de la Policía Nacional a Cobo Calleja se desarrolla poco más de dos años después de que se desplegase, el 16 de octubre de 2012, la operación Emperador, una gran redada que llevó a las primeras planas de los informativos este polígono de Fuenlabrada.

Una operación que también investigó el posible blanqueo de capitales, entre otros delitos, en este caso de una red presuntamente encabezada por el empresario chino Gao Ping, con más de cien detenidos y el registro de 120 locales en varias ciudades de España.

El registro policial de hoy es un jarro de agua fría al recinto solo unos meses después de que el presidente de la Asociación de Chinos en España, Mao Feng, celebrara el pasado mes de abril que la presencia de comercios chinos en la zona superaba de nuevo las cifras anteriores al caso Emperador, que llegó a reducir hasta un 70 % sus ventas. Jose I. Fernández