El Congreso estudia hoy si da un “toque de atención” a Podemos por sus formas

La Mesa del Congreso estudia hoy si da un “toque de atención” a Podemos por el tono y las formas de algunos de sus diputados después de que grupos como el PP, PSOE y Ciudadanos hayan mostrado su “hartazgo” por la falta de respeto al decoro parlamentario del partido de Pablo Iglesias.

El último episodio fue el protagonizado hace dos semanas por el diputado Diego Cañamero que se acercó con gesto duro al escaño del ministro de Justicia, Rafael Catalá, portando unos carteles para pedir la puesta en libertad de su compañero Andrés Bódalo.

La semana pasada, la Mesa dejó en suspenso hasta hoy su decisión sobre una posible amonestación a Cañamero, dificultada por la falta clara de un sustento reglamentario para sancionarle, ya que el incidente se produjo antes de que comenzara el pleno.

Diputados de PP, PSOE y Ciudadanos han admitido que el incidente de Cañamero fue “bastante desagradable” y una imagen que “sobra” en la Cámara, pero también recuerdan que no ha sido el único.

El tono utilizado por el propio Pablo Iglesias hace dos semanas cuando usó términos como “se la bufa, se la pela o se la suda” en su pregunta al presidente Mariano Rajoy tampoco ha sido bien entendido en las bancadas de otros partidos.

También hace quince días, la presidenta del Congreso, Ana Pastor, pidió a los diputados de Unidos Podemos que retiraran de los escaños las camisetas con las que protestaban por la gestión del agua pública, ya que el hemiciclo -dijo- “no es un tendedero”.

Según las fuentes consultadas, Pastor está decidida a evitar que se repitan situaciones como las que se han vivido recientemente y que se falte al respeto a la Cámara más allá de lo que dicta el reglamento.

La propuesta va a chocar de lleno con el rechazo de los dos representantes de Unidos Podemos en la Mesa, que tiene un total de nueve miembros, tres del PP, dos del PSOE, dos de Ciudadanos y los dos de Podemos.

Ya la semana pasada, el secretario general de Podemos, Pablo Iglesias, cuestionó la “neutralidad” de Ana Pastor en el ejercicio de su cargo y le acusó de actuar “al dictado de lo que dice el PP”.

Iglesias denunció que “lo que ataca el decoro parlamentario es la presencia de un partido investigado por corrupción, un partido corrupto” o que “el ministro de Justicia termine en la fiesta de un condenado por fraude fiscal”.