Denuncian que el Gobierno y la UE “silencian” crisis en la salud en Portugal

El Observatorio Portugués del Sistema de Sanidad (OPSS) acusó hoy al Gobierno nacional y a la UE de “silenciar” los efectos de la crisis en la sanidad portuguesa al no ofrecer estudios sobre el impacto, pese a las alertas.

En un informe, la institución responsabilizó al Ministerio de Sanidad portugués y a las instituciones comunitarias por la falta de diagnósticos “rigurosos” para responder a las denuncias sobre el impacto de la crisis en el sistema de sanidad.

“Parece ser evidente un manifiesto esfuerzo” de los organismos nacionales y de la UE para “negar” esos hechos, según el Observatorio, que considera necesario el debate y la adopción de medidas frente a esos problemas.

La entidad advirtió de que la desinversión en la sanidad portuguesa durante los últimos tres años de crisis ha tenido efectos negativos, sobre todo en la atención primaria y en los cuidados a enfermos mentales.

Subraya, además, que los recortes en sanidad se han aplicado a costa de la reducción de los medicamentos, lo que ha creado dificultades “crecientes” en el acceso a los fármacos.

Por parte del Gobierno, el ministro de Sanidad, Paulo Macedo, afirmó hoy en declaraciones a la prensa que no se esconden las consecuencias de la crisis.

“Los recortes en el sistema de sanidad son conocidos”, señaló el ministro, que apuntó a que se han adoptado también en otras áreas del Estado, como las infraestructuras o en educación.

Desde el inicio de la crisis en 2011, Portugal ha aplicado varias medidas de ajustes en sanidad para cumplir con las exigencias de reducción del gasto público en el programa del rescate de la UE y el Fondo Monetario Internacional.

Entre otras medidas, los ciudadanos lusos empezaron a pagar a partir de 2012 cerca del doble por determinados servicios en la sanidad pública, que en Portugal ya era de “copago” antes de la crisis.

Las estadísticas oficiales cifran en más de 40.000 el número de médicos en Portugal -casi 240 habitantes por cada médico- y el gasto público en Sanidad se estima en torno al 6 % del PIB.