La Justicia sudafricana rechaza la apelación de Jacob Zuma por casos de corrupción

La Justicia sudafricana denegó hoy el recurso presentado por el presidente del país, Jacob Zuma, contra la decisión de reactivar los 783 cargos por corrupción que pesaban contra él y que le fueron retirados en 2009, pocos días antes de llegar a la presidencia.

“Hemos reconsiderado cuidadosamente nuestro veredicto y concluimos que la apelación no tiene perspectivas razonables de éxito”, afirmó al leer su decisión el juez Aubrey Ledwaba, del Tribunal Superior de Pretoria.

A finales de mayo, Zuma presentó un recurso contra la decisión del Tribunal al considerar que erró al establecer el pasado 29 de abril que el fiscal general no tiene potestad para desechar una acusación por irregularidades procesales.

Sin embargo, el Tribunal dictaminó que no existe base legal para admitir este recurso y reafirmó su decisión de reactivar los 783 cargos por corrupción.

No obstante, el presidente sudafricano y la Fiscalía tienen como última opción pedir ante el Tribunal Supremo de Apelación el permiso para apelar.

Los cargos tienen relación con la adquisición pública de armamento en 1999 y fueron presentados por la Fiscalía en 2007, poco después de que Zuma derrotara al entonces presidente de la república, Thabo Mbeki, en el congreso para elegir al líder del oficialista Congreso Nacional Africano (CNA).

En 2009, con Mbeki fuera de la presidencia, la Fiscalía retiró los cargos al considerar que se habían presentado como venganza política contra Zuma.

Las acciones legales que podrían volver a sentar a Zuma en el banquillo fueron iniciadas hace más de siete años por el principal partido de la oposición, la Alianza Democrática (AD), que denuncia que la Fiscalía favoreció a Zuma por motivos políticos al retirarle los cargos.

Los siete años de Zuma en el poder han estado marcados por la ralentización de la economía, los escándalos de corrupción y la erosión del Estado de Derecho.

El controvertido político de 74 años se enfrenta el próximo 3 de agosto a una prueba de fuego en las elecciones municipales más reñidas de la historia democrática de Sudáfrica, en las que la oposición aspira a arrebatarle Johannesburgo, Pretoria y Port Elizabeth al CNA.