Mohamed VI se niega a hablar por teléfono con el presidente de Nigeria

El rey Mohamed VI de Marruecos se negó a hablar por teléfono con el presidente de Nigeria, Goodluck Jonathan, que le había solicitado una conversación, informó hoy el ministerio de Exteriores marroquí en un comunicado.

Según el ministerio, el monarca “no juzgó oportuno acceder a esta demanda (...) debido a las posiciones de este país ante las causas nacionales y arabo-musulmanas sagradas”, en alusión a la cuestión del Sáhara Occidental, llamada en Marruecos la causa nacional por excelencia.

Nigeria es uno de los estados africanos que reconoce a la República Árabe Saharaui Democrática (RASD), un hecho para Marruecos crucial a la hora de considerar sus relaciones diplomáticas, pues sus grandes aliados en el continente son precisamente los estados de África del oeste alineados con la postura marroquí sobre el Sáhara.

Según el ministerio marroquí, la petición de Nigeria de una entrevista telefónica con el rey y para el posterior envío de un emisario a Marruecos “se parece a un acto de recuperación del electorado musulmán de ese país, más que a una gestión diplomática normal”.

La nota hace alusión así al papel de la “diplomacia religiosa” con el que Marruecos actúa en los últimos tiempos en el continente africano, en el que presenta su modelo de “islam del justo medio y de la moderación” dirigido por el rey gracias a su autoridad religiosa y no solo civil.

Este modelo religioso marroquí ha sido “exportado”, ya sea mediante el envío de coranes o mediante la formación de imanes de mezquitas, a países como Mali, Costa de Marfil, Guinea y Gabón.

Aunque no están claras las razones de la Presidencia nigeriana para la entrevista entre los dos jefes de estado, Marruecos no duda de que tienen que ver con la proximidad de fechas electorales en Nigeria, un país donde la convivencia entre cristianos y musulmanes es crítica debido, entre otras cosas, a las actividades del grupo yihadista Boko Haram.