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El PP saca pecho en promesas anticorrupción: “Quien la hace, la paga”

Mariano Rajoy, el sábado, en una oficina electoral de Massanassa, donde llamó a militantes. (Valencia). / PP

Luz Sanchis

Reformar la ley electoral para que en las próximas elecciones municipales el alcalde sea de la lista más votada, sacar pecho en materia de regeneración contra la corrupción, mucha unidad de España y apelación a las víctimas de ETA, y lucha contra el terrorismo yihadista. La primera fase del programa por entregas del PP, titulada “La España que queremos” se centra en estas medidas después de que Mariano Rajoy avanzase el domingo desde Valencia la tradicional rebaja de impuestos preelectoral. Esta vez, el mínimo pasará del 19 al 17 y el máximo, del 45 al 43. Además de los cinco bloques programáticos que se darán a conocer esta semana, el candidato irá anunciando algunas medidas estrella en mítines o entrevistas según convenga a los estrategas de la campaña.

El PP trata de conservar el poder el próximo 20 de diciembre con la promesa de facilitar que los ciudadanos tengan más dinero en el bolsillo gracias a la recuperación económica. Conscientes de que los impuestos más altos y los recortes caracterizaron los primeros cuatro años, el PP promete “devolver el esfuerzo”. Quitarse el estigma de haber incumplido el anterior ha sido una obsesión para Génova. De ahí la creación de web cumpplimos.es, donde el contador se actualiza y señala la cifra de cumplimiento del programa con el que Rajoy ganó las elecciones en 2011 en un optimista 92,8 %.

Que gobierne el alcalde más votado

La promesa de reformar la ley electoral para que gobierne el alcalde del partido más votado se planteó en la Conferencia Política. Ya se había intentado antes, pero no se logró el acuerdo. El trauma de ver cómo los alcaldes del PP perdían la posibilidad de gobernar gracias a los pactos entre la oposición supuso en el pasado mes de mayo ser desalojados de sus autonomías y capitales más importantes. En el mes de junio, el PP habló de cambiar la ley e introducir una prima de gobernabilidad, es decir, una bolsa de escaños que inmediatamente fueran a parar al que consiguiera más votos. El plan es hacer que el partido que obtenga un 35% de los votos válidos y quede a una distancia de cinco con el segundo más votado pueda gobernar con una mayoría simple. 

El PP intenta convencer a los ciudadanos de que ha entendido la elección y de que se arrepiente de la corrupción en sus propias filas. La financiación con dinero negro y el nombre de Luis Bárcenas resume el principal problema de la pérdida de confianza que ha sufrido en las urnas. Los numerosos casos de corrupción en toda España llevan a Rajoy a repetir que pondrá todo su empeño “en que estas cosas no se vuelvan a repetir jamás”. En ese capítulo, las medidas son las ya puestas en marcha, incluida la oficina recién inaugurada que debe recuperar el dinero de los delitos a base de embargar los bienes.

Plenos municipales por internet

“Quien la hace, la paga”, presume el PP a pesar de que está pendiente que se juzgue su financiación con dinero en negro. Las medidas incluyen la suspensión del cargo cuando se abra juicio oral al imputado por este tipo de delitos y la promesa de que los órganos internos del partido actuarán rápido para suspenderles como militantes. El PP mantiene que sus medidas por la transparencia son el mejor antídoto contra la corrupción y se compromete a facilitar que todos los plenos municipales puedan ser transmitidos por internet.

También incluye un compromiso de regular los lobbies mediante registro para identificarlos, sean personas físicas o jurídicas. Y una asignatura pendiente desde hace años, modernizar el funcionamiento del Congreso para hacerlo más ágil y que los ciudadanos puedan participar en la elaboración de las leyes con sus aportaciones y seguir su tramitación para vigilarla. El programa también hace una referencia genérica a fortalecer el Senado como Cámara autonómica.

Acercamiento a las víctimas del terrorismo

Con la aceptación de que “hablar de ETA es hablar del pasado”, el PP subraya el apoyo a las víctimas. La distancia de parte del colectivo, votantes tradicionales, ha obligado a Génova a subrayar este mensaje. “No debemos olvidar el daño causado”, mantienen los conservadores, que proclaman la necesidad de establecer “el relato de la verdad histórica de lo sucedido”.

Yihadismo radical

El programa no solo incide en el reto global que supone el terrorismo yihadista y aboga por luchar contra él con más dinero para inteligencia. Se añade la necesidad de prevenirlo “priorizando el área formativo-educativa y la sensibilización social”. Ahí entran también un nuevo centro dedicado a su memoria en Madrid y la promesa de destinar a 3.000 policías más que ahora se dedican a tareas burocráticas o a custodiar edificios institucionales.

El PP aprovecha la polémica por el estado del monumento erigido en la Estación de Atocha en honor a las víctimas del 11M para comprometerse a velar por que “la dignidad de las víctimas quede reflejada y respetada” en su estado de conservación adecuado.

Unidad de España

La unidad de la nación española se consagra en el programa como lema del capítulo territorial. La independencia de Cataluña está detrás del llamamiento “a una España plural en la que no haya muros entre compatriotas” y de la reivindicación de que la Constitución “sigue siendo vigente como marco” cuando va a cumplir 40 años. “Ni España ni la soberanía nacional van a ser troceadas”, proclama el PP en el documento. En este capítulo, se promete una ley que regule el uso de la bandera y de los símbolos nacionales y que se garantice su “estricto cumplimiento”.

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